Cuento y recuento del 2022

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Los acontecimientos más relevantes del año en el plano nacional fueron:

1) El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) se reafirma como partido dominante

El  triunfo en las elecciones de diciembre de 2021 confirma y garantiza para 2022 la posición decisiva para el PSUV.  Votó el 42,26% del padrón electoral; la abstención bordeó el 57, 74%, un porcentaje alto. Certifica el Consejo Nacional Electoral (CNE) que la oposición obtuvo cuatro millones 429 mil 157 votos, 51,3% del total, y el bolivarianismo tres millones 722 mil 356, el 45,7%. Si bien, la sumatoria de los votos opositores les acuerdan ventaja, la incapacidad de unirse, la falta de un programa convincente y de un liderazgo eficaz  los sitúan todavía lejos del poder. Presenciamos un nuevo mapa electoral rojo, rojito. Bastiones tradicionales de la oposición, como Mérida, Táchira, y Trujillo, ostentan ahora gobernadores del PSUV, muy positivo en Estados  fronterizos  propicios a todas las infiltraciones.

Lo mismo se puede decir de Apure, escenario de agresiva penetración paramilitar.  Sensible es la victoria opositora en Zulia, estado fronterizo con la mayor demografía y desarrollo económico del país, con personalidad e idiosincrasia propias. En  Cojedes, Acción Democrática gana por fin de nuevo una gobernación, apenas 31 años después de que su dirigencia se entregó al neoliberalismo. Da qué pensar.  En Nueva Esparta se han adelantado todas las políticas de Zona Franca, Zona Especial y  economía de garito que se proponen como mágica redención para el resto del país: hace treinta años destruyeron a Acción Democrática, logran ahora la derrota del PSUV en la isla.  Según José Gil Yepes, director de Datanálisis, en septiembre de 2020  una encuesta reveló que un 62,2 % de los encuestados  no respalda  al gobierno ni a la oposición. El porcentaje de indiferentes se parece al de abstencionistas. Son cifras para estudiar con atención y cautela.

2) El grueso  de la oposición entra a la vía institucional

Con sus altibajos, las conversaciones en México allanaron cada vez más este camino. Lo amplía el hecho de que la  Asamblea Nacional elegida para 2015, cuyas  funciones caducaron en 2019, haya acordado poner  fin por mayoría de 72 votos de sus 112 exdiputados opositores a la farsa de una “presidencia interina” que jamás funcionó, salvo como coartada de las potencias extranjeras para robar los bienes de Venezuela en  el exterior. Como tuiteó el ministro de Comunicación e Información de Venezuela, Freddy Ñáñez: «Que en paz descanse nadie: el que nunca fue y no siendo nada deja de merecer hoy incluso la burla nadaísta».

3) Estados Unidos reinicia  relaciones  con Venezuela

A pesar  de que Joe Biden, proclama formalmente su adhesión a la inexistente y doblemente  extinta presidencia interina, envía a Miraflores sus negociadores para la reactivación de las actividades de Chevron y otras gestiones todavía no divulgadas. Ello equivale a un reconocimiento de hecho y  de derecho al gobierno legítimo de Venezuela. Se impone una exigente y delicada diplomacia para que tal reconocimiento se traduzca en condiciones mutuamente beneficiosas para la explotación de hidrocarburos y  levantamiento de medidas coercitivas unilaterales por parte de Estados Unidos y sus cómplices. La guerra de Ucrania y el veto estadounidense a las exportaciones de energía fósil de la Federación Rusa han provocado una crítica escasez mundial de combustible, que dispara hoy el barril de petróleo Brent a 82,25 US$. Ello fortalece cada vez más  la posición de Venezuela.

4) Se instaura un nuevo marco jurídico para la economía venezolana

Ya iniciado con la Ley Constitucional de la Inversión Extranjera Productiva en 2017, la Ley Antibloqueo de 2021, y confirmado con la Ley Orgánica de Zonas Económicas Especiales de 2022. En su momento formulé las observaciones jurídicas pertinentes sobre ellas.   Misión Verdad, el 11 de noviembre de 2022, resume los lineamientos de la nueva política económica señalando que el Presidente “ejecutó un conjunto de medidas dirigidas a eliminar las restricciones al mercado de divisas, al estímulo de la actividad privada y las inversiones foráneas y a recomponer los ingresos públicos a través de tributos internos, en sustitución de las exportaciones tradicionales. El siguiente paso en esta dirección llegó con la aprobación vía Asamblea Nacional de la Ley Antibloqueo a mediados del año 2021, con la cual quedaba establecido un marco jurídico excepcional para facilitar inversiones de capital y su protección de las medidas coercitivas unilaterales. (…) emprendió una actualización doctrinal de la economía política del chavismo, en la que incorporó el pragmatismo de la negociación con el sector privado y la agilidad táctica de abrir espacios de acumulación de capital privado que contribuyeran al fortalecimiento de la estabilidad política. (…) Maduro estableció las reglas de juego y las pautas de comportamiento de un nuevo pacto económico, basado en un marco de rentabilidad y beneficio privado (…)”. (https://www.resumenlatinoamericano.org/2022/11/11/venezuela-el-momento-actual-de-maduro-los-tres-planos-de-su-victoria/).

5) Continúa  la hiperinflación

Tras efímero alivio, 2022 cierra con una pérdida de casi la mitad del valor adquisitivo del bolívar en las últimas semanas.  Este  proceso es favorecido por la ausencia de controles de precios y la insistente aplicación  de  medidas neoliberales de restricción de la circulación monetaria y del consumo en pertinaz cumplimiento del errado dogma monetarista de que la inflación se debe a un “exceso de dinero”.

6) La crisis castiga esencialmente a la fuerza de trabajo

En el momento en que escribimos, el Salario Mínimo es de Bs 130  bolívares, mensuales, equivalentes al cambio de 17,47 Bs por dólar, es decir, a menos de  US$ 10 dólares, mientras que la Canasta Básica se calcula en US$ 459,08 dólares (infobae.com/america/venezuela/2022/11/23/la-canasta-basica-en-venezuela-subio-un-97-en-un mes/#:~:text=La%20canasta%20básica%20de%20alimentos,la%20Federación%20de%20M).

Hay que reconocer que se intenta paliar la situación de los trabajadores mediante la Educación y la Asistencia Médica gratuitas, así como con los CLAPS, una diversidad de bonos, la masiva construcción de viviendas populares y otras medidas. La inaccesibilidad de los bienes de consumo básico ha suscitado diversas protestas sociales.  El abismo entre  Salario Mínimo y  Canasta Básica abre una interrogante sobre las actitudes e intenciones de voto de las inmensas mayorías para la elección presidencial de 2024, que podría ser adelantada para el 2023.

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Luis Britto García Venezolano, historiador y escritor

Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad del autor/a

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