El diputado brasileño, Guilherme Boulos, del Partido Socialismo y Libertad, dijo que el asalto a Palacio de Planalto, el Congreso Nacional y el Supremo Tribunal protagonizado por simpatizantes de Bolsonaro, este domingo, se trató de un Golpe y dio a conocer lo que podría considerarse una conspiración entre funcionarios del gobierno del Distrito Federal y Bolsonaro: «El secretario de seguridad pública del Distrito Federal está en Estados Unidos y en esta semana estuvo con Bolsonaro. ¿Usted cree en coincidencias?», publicó, en su cuenta de Twitter.
Este 8 de enero en Brasil asistimos a un refrito del asalto al Capitolio, que protagonizaron simpatizantes de Trump el 6 de enero de 2021, en protesta de los resultados de las elecciones. De no ganar, la elección no es válida, así son ahora las reglas del juego de la derecha.
Los seguidores de Bolsonaro, actuaron de manera iracunda, rompieron vidrios, robaron obras de arte, destruyeron crucifijos, golpearon a policías e incendiaron edificios, azuzados por los discursos de odio, centrados en una supuesta superioridad (aquí es el encuentro con el fascismo) que su líder esgrime. Se permitieron traspasar los límites que la democracia, que tanto pregonan, ha puesto para una convivencia política y social pacífica. En la que se supone que el respeto al voto y aceptación del ganador o ganadora de una elección están establecidos en el marco de la democracia representativa. Igualmente, Jair Bolsonaro, después de avalar protestas y disturbios para impedir que asumiera Lula da Silva, abandonó el país, dejó el cargo antes de lo que el deber exige, para no entregar la banda presidencial al ganador de las elecciones. Se fue a Estados Unidos, no se puede creer en coincidencias.
¿Por qué la derecha viola todo los principios democráticos que la izquierda recogió para llegar al poder? será porque la decisión de optar por este camino vino a perjudicar, más que cualquier vía armada, su dominio empresarial y político que sienten aún más amenazado en esta coyuntura regional de gobiernos progresistas.
En Bolivia, también, estos sectores después de la detención de su líder el excívico y Gobernador, el 28 de diciembre pasado, han realizado acciones terroristas sin precedentes, han quemado y destruido 23 instituciones públicas y privadas, entre ellas, la casa del, Ministro de Obras Públicas.
La respuesta de Lula, antes este ataque ha sido clara y firme: “los vándalos fascistas que invadieron las sedes del Parlamento, el Supremo y la Presidencia, en Brasilia, serán «encontrados» y «castigados», declaró. Después de controlada la situación decretó la intervención de las fuerzas de seguridad en el Distrito Federal, perímetro donde se encuentran los edificios gubernamentales asaltados y lo ha hecho dentro del marco de la Constitución, el artículo 34 faculta al gobierno recurrir a la intervención en entidades subordinadas por motivos de seguridad. El ejecutivo federal podrá prohibir las amenazas al orden público, amparar la integridad nacional, reprimir invasiones de una entidad a otra o de una fuerza extranjera, garantizar el ejercicio de poderes en el país y asegurar la observancia de principios constitucionales vulnerados. El decreto de intervención en el Distrito Federal regirá hasta el 31 de enero de 2023.
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Pilar Orellana Correo del Alba
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