La difícil comunicación de crisis

42

El día de ayer, al cumplir la protesta social quince días de paro nacional, las partes en conflicto, entraron en un compás de diálogo en busca de soluciones a la crisis. Reunidos en el colegio Matovelle, próximo a la Basílica del Voto Nacional, asistieron ministros de Estado y dirigentes del movimiento indígena junto a veedores del encuentro. En el exterior del inmueble manifestantes presionaban por hacer sentir su malestar contra el régimen del presidente Lasso y en medio de expresiones de rechazo a las políticas oficiales expresaron su furia contra la prensa que pretendía ingresar al lugar a cubrir la información: “Prensa corrupta que se largue”, “escorias”, “basura”, “mentirosos”, “sinvergüenzas”, “vendidos”, fueron los epítetos proferidos por los manifestantes. Entre los presentes no falto quiénes incitaban contra los equipos de las estaciones de televisión Ecuavisa y Teleamazonas que, entre otros medios informativos, en el intento de ingresar al colegio Matovelle, fueron desalojados con empujones y gritos: “Fuera prensa corrupta, digan la verdad”, gritaba una mujer. Otro manifestante le gritaba a un camarógrafo: “Lárguense, lárguense, de aquí con sus cámaras”.

Ante esa situación el dirigente Leonidas Iza salió a dar un mensaje a sus bases y les exigió que se calmen porque al interior del colegio tenía lugar una reunión importante donde se discutían temas en busca de un acuerdo; luego de unos minutos el tenso ambiente bajó en intensidad. En los quince días de movilización social la prensa tradicional reporta una versión de la organización Fundamedios según la cual se habría “registrado 135 agresiones en contra de equipos de prensa. En tanto el Consejo de Comunicación ha levantado un reporte de 83 alertas y 139 periodistas agredidos”.

Hablan los expertos

En horas de la noche de este lunes 27 de junio  -19h00-, el programa La Oreja Libertaria, producido por el Colectivo Espejo Libertario y transmitido por Radio Pichincha bajo la conducción de los periodistas Luis Onofa y Leonardo Parrini, convocó a los especialistas doctor Nelson Reascos, académico; y al periodista Santiago Aguilar, director del medio alternativo Radio La Calle, a un análisis de la coyuntura. Los productores del programa junto a sus invitados, buscaron dilucidar el rol de la comunicación de crisis en medio de la movilización social.

Ante la pregunta de cuál ha sido el rol jugado por los medios en esta crisis, Santiago Aguilar manifestó: “El papel de los medios alternativos que no están vinculados al poder es fundamental en estos momentos (…) la gente nos pregunta qué pasa con el paro, nadie dice nada. El gobierno ha pretendido generalizar el relato de que hay normalidad (…) y que ahora le proponen un relato distinto de los hechos (…) los medios alternativos digitales disputan un espacio a los grandes relatos”. Aguilar complementó la idea señalando que “aquí hay un rol político, tal como juegan los medios que están aliados al poder en esa disputa de sentido acerca de lo que está pasando, ese ha sido el rol que juegan los medios en estos 15 días de paro”.

En un intento por explicar la respuesta de los públicos al rol jugado por los medios, Nelson Reascos expresó: “Cada vez que la vida tiene momentos de ruptura, como en este caso que la paralización del país es un reclamo legítimo, los medios de comunicación tradicionales no están a la altura de los acontecimientos, no nos representan. Existe la ausencia de formación académica sobre el tema de la comunicación. La mayoría de los que hacen programas informativos o de opinión, no conocen las herramientas fundamentales de la comunicación de cómo y para qué funciona la comunicación que tiene sentidos, funciones, metodologías y una ética básica”. Reascos reafirmó que “los medios no quieren entender la complejidad de una sociedad que es un complejo de intereses, de cosmovisiones, de posturas políticas; entonces, cuando se carece de formación se termina haciendo análisis casuísticos sin contextualizar y terminan siendo objeto de desorientación para la población. La protesta no es el punto de partida para entender lo que está pasando, no es la causa, es el efecto de una historia larguísima de inequidad a grandes sectores ecuatorianos; esos análisis moralistas dicen que los malos están contra la sociedad que es justa, es perfecta, eso no es suficiente para entender la realidad y los medios nos quedan debiendo a la sociedad».

Caracterizando la comunicación de crisis, en momentos convulsionados, Reascos recordó que “una comunicación de crisis lo primero que tiene que hacer es dejar ver a todos los actores en el momento de crisis, no invisibilizar a los actores más importantes de la crisis y ser prácticamente voceros del poder; lo cual genera una violencia simbólica contra aquellos que están no representados en los medios. Hay más, hacer una mediación, estar en la mitad a una equidistancia de los conflictos, y los medios privados no la tienen porque están vinculados, son activistas y militantes del poder y los medios públicos son del gobierno a los cuáles se pertenecen y detrás está el poder económico”.

Los analistas puntualizaron que, desde los medios tradicionales, se nos quiere hacer creer que las poblaciones empobrecidas son las causantes de los problemas, cuando son víctimas del problema: un Estado que tiene cientos de años de inequidades, de explotación, de humillación, de negación de derechos ahora aparece como que el Estado es víctima de los malos ecuatorianos, cuando es al revés, señalaron.

No obstante, en medio de la crisis también están los medios alternativos, plataformas virtuales, revistas y radios digitales que juegan un rol distinto en la cobertura de la información y en el análisis de opinión. Para Santiago Aguilar, “en los medios alternativos hay un acercamiento con el público desde la igualdad, desde la perspectiva de los sentidos de la movilización, sin embargo nuestro trabajo no deja de tener dificultades, la policía ha sido inmisericorde, la distancia de los ciudadanos respecto de los medios de comunicación también dificulta el trabajo, porque ellos ven en la prensa una sola masa de gente que ha estado lejana, que los ha estigmatizado, que los violenta en su relato y para ellos somos todos iguales. Esa es una deuda que tiene la gran prensa, haberse alejado de las necesidades de su gente, hacer solamente un relato comercial de lo que pasa”.

Aguilar complementó que “la primera responsabilidad de un medio que se dice alternativo, que no está vinculado a los grupos de poder, es decirle a la gente desde qué punto de vista está hablando, tenemos la obligación de ser honestos con la gente». Y en la lucha por conquistar públicos masivos, «con los medios tradicionales disputamos sentidos, bien difícil disputarles audiencias porque hay poderes económicos detrás y en esa medida la competencia existe y es más lenta para nosotros porque no tenemos para promocionarnos en redes sociales o comprar pauta en espacios digitales”. En definitiva, en la difícil práctica de la comunicación de crisis y en medio de la batalla por los sentidos frente a la realidad, los medios tienen un patrimonio que deben saber cuidar contra viento y marea: la credibilidad de las audiencias. Credibilidad que depende del compromiso que el periodismo tiene con la verdad, cuyo único referente es la realidad de lo que ocurre a nuestro alrededor y saber contarla, sin temor ni favor.    

_________________________________________________

Leonardo Parrini Ecuatoriano, periodista, fotógrafo y director-editor de la revista digital La palabra abierta

Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad del autor/a

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí