Fue el caudaloso río Padre, testigo del nacimiento del medio informativo más importante de la Tercera República. El periódico Correo del Orinoco, se convierte en el más completo elemento comunicacional e informativo de la patria, tal como lo concibió nuestro Libertador Simón Bolívar, cuando se publicó por primera vez el 27 de junio de 1818. Era el surgimiento de la comunicación formal en expresa aplicación del periodismo. Han transcurrido 204 años del nacimiento de la profesión del periodista, como una de las aristas en la que descansan los hechos cotidianos de la República Bolivariana de Venezuela. Por eso, «el periodismo es una forma de vida, y una manera de escribir la historia.»
Fue el Correo del Orinoco el primer experimento de la libertad de expresión en nuestra patria. Así lo proyectó Bolívar con el apoyo de esos soldados comunicacionales, quienes utilizan los espacios libertarios para enfrentar la fuerte arremetida española, donde jugó un papel aterrador la propia iglesia católica. Esa Conferencia Episcopal colonial que hacía responsables a los patriotas de cualquier hecho natural. Lo dijo el 26 de marzo 1812, el arzobispo Narciso Coll y Pratt que «el terremoto que azotó a Caracas era un castigo del cielo por desconocer la autoridad del Rey Fernando VII.»
El siete de agosto de 1819, en su edición, número 37, el Correo del Orinoco vislumbraba la libertad de expresión como un elemento fundamental de los ciudadanos: «El derecho de expresar los pensamientos y opiniones de palabra, por escrito, o de cualquier otro modo, es el primero y el más estimable bien del hombre en sociedad. La misma Ley jamás podrá prohibirlo; pero tendrá poder de señalarle justos límites, haciendo responsables de sus impresos, palabras y escritos a las personas que abusaren de esta libertad, y dictando contra este abuso penas proporcionadas.»
Hoy más que celebrar el Día del Periodista, es necesario realizar una jornada de reflexión. Somos los responsables para que el proceso informativo sea un hecho que no puede estar oculto por mucho tiempo. Además, no puede ser vulnerado o transformado para lograr un efecto distorsionante en la opinión pública.
La información y la noticia están unidas por un mismo elemento: «el periodismo». Para ello, existen los factores de interés periodístico, los cuales sirven para que el comunicador social transmita las versiones de un hecho que de manera oral o escrita ocurra en el ámbito de la fuente que le corresponde escrutar. La noticia o la información tienen actualidad e inmediatez, tomando en consideración la magnitud que de ella se genere. Callar los acontecimientos para que la opinión pública no capte lo que sucede en cualquier esfera del hecho cotidiano, contribuye a generar desconfianza en el desarrollo de las estrategias y tácticas que por obligación debe realizar el periodista. Quien desconozca el impacto que pueda generar la información, decididamente está contribuyendo a que se conforme una matriz de opinión que hará perder credibilidad en el ejercicio de la responsabilidad que tiene con la comunidad.
La noticia al ser generada por otra vía creará un efecto boomerang que pondrá en tela de juicio la labor que se planifica para cumplir con los objetivos trazados. En el estudio de la comunicación social, como materia científica, ella va hacia otros elementos que conforman el género informativo. Las fuentes vivas, las documentales y las privadas contribuirán a indagar esa aproximación a la verdad que reclama el público lector. Los periodistas basamos el ejercicio de la profesión en los principios éticos. No sé los palangristas y los que usan eufemismos para estar bien con Dios y con el diablo. Felicitaciones a los colegas en su día, tomando en cuenta este principio: «Todos somos comunicadores. Pero no todos, somos periodistas.»
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William Gómez García Periodista venezolano
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