Encuestas de la parapolítica colombiana

58

En  nuestro artículo pasado, comentamos sobre los antecedentes de la Colombia alineada a los intereses de Estados Unidos y su condición de colonia gringa y el resultado que tendría las elecciones del pasado 29 de mayo. En la primera vuelta, Gustavo Petro, se alzó con más  del 40 por ciento de los votos, mientras que, en el segundo lugar, con un 28 por ciento, Rodolfo Hernández desplazó al candidato del Uribismo, Fico Gutiérrez, con un 24%, dejándolo fuera del balotaje del 19 de junio.

Sin embargo, los intereses de la oligarquía neogranadina han activado una campaña que favorezca al candidato “encubierto” del Uribismo, personificado por Hernández. Según las encuestas telefónicas, realizadas por medios afines a la narco información, desplaza a Petro del primer lugar con 8 puntos de ventaja. Es decir, el primero de junio Rodolfo Hernández con un 52,5 % y Gustavo Petro con 44,8 arrancan con miras al proceso comicial del 19 de junio. Con esa visión estadística, ya Rodolfo Hernández es el presidente de Colombia, cuyos rasgos programáticos de su mandato serán un émulo de Donald Trump y un aberrante admirador de Adolf Hitler, por lo cual el asesinato en Nueva Granada podría ser más selectivo. Me pregunto: Se construirán campos de concentración al estilo del nazismo como Sachsenhausen, Dachau o Auschwitz.

En este caso de las encuestas, el diario español El País todos los días publica resultados para el 19 de junio, lo que parece ser una estrategia que tiene sus raíces en el fascismo franquista, para evitar el triunfo progresista de las fuerzas de izquierda colombiana.

Esta situación presenta la injerencia del periodismo español que pretende manejar la opinión de los votantes quienes, extraordinariamente, sufragaron el 29 de mayo por un cambio político en la tierra neogranadina. Lo  que está en juego, como decimos en Venezuela, “no es cualquier concha de ajo”. Hasta el mismo imperio gringo está manejando la información de que, producirse el triunfo de Gustavo Petro, será revisado el convenio firmado por el “subpresidente” saliente Iván Duque, para la inclusión de Colombia en la OTAN. El funcionamiento de más de siete bases militares estadounidense en territorio neogranadino. La exportación de drogas a territorio norteamericano. La desactivación de grupos narco paramilitares, entre otros.

Con las elecciones del 19 de junio, Colombia dejaría de ser un Estado terrorista, impuesto por la parapolítica, herencia del “hombre de las leyes” Francisco de Paula Santander, desde el mismo momento que asumió la Vicepresidencia de la Colombia Bolivariana. Es el mismo Santander, que planificó y ordenó el asesinato del Libertador Simón Bolívar el 25 de septiembre de 1828 en Bogotá. Por ello, las altas esferas de la oligarquía juegan a la derrota de Petro.

Con un triunfo de Gustavo Petro se reactivarán las relaciones diplomáticas con Venezuela, con  la puesta en práctica de convenios comerciales. A Duque, le preocupa que se active una investigación sobre el procedimiento para entregarle a Juan Guaidó y sus secuaces la empresa venezolana Monómeros, qué se hizo con los recursos que muchos países le dieron para atender la migración venezolana. Sobre las masacres que cada día cobran más vida de líderes sociales, indígenas y firmantes de los acuerdos de paz. A Uribe, le preocupa la profundización de las investigaciones sobre los falsos positivos, cuyo producto son las fosas comunes, los desplazamientos sociales de las comunidades campesinas, y lo que se denominó a partir de los años 70 “limpieza social” o el exterminio de los más pobres, bajo una política de Estado ejecutada por la Policía Nacional y el narcoparamilitarismo.

Lo dijo Gabriel García Márquez, en una entrevista concedida a María Elvira Samper, para la revista colombiana Semana, el 4 de octubre de 1989: «Colombia es un país en el cual hay una fragmentación del poder y cada cual maneja su cuota de acuerdo con sus intereses: La guerrilla, el narcotráfico, los militares, los paramilitares, la policía, el clero, los industriales, los políticos, el gobierno civil». Y es cierto. No se equivocó el Gabo, Colombia en este siglo XXI está peor su población sometida  a las decisiones de los Estados Unidos. Colombia es una República solo en el ámbito de la Constitución, pero que en la práctica es una colonia gringa. ¿Dejará Joe Biden que gane Petro? Yo te aviso chirulí.

_________________________________________________________

William Gómez García Periodista venezolano

Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad del autor/a

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí