El miedo es el sentimiento que más nos acompaña en la vida, desde que nacemos la madre nos traspasa de manera inconsciente un miedo obvio a nacer en buenas condiciones de salud y sobrevivir al trauma del parto. Cuando crecemos vamos experimentando distintos miedos a diario, a caernos, a fracasar, en fin, día a día sentimos algo de temor que vamos superando a medida que nos hacemos adultos y podemos, de manera racional, lidiar con nuestras aprensiones y por supuesto el miedo a la muerte que muchas veces causa pánico, por eso nos negamos tanto a esta idea. Pero tener miedo ha sido una variable adaptativa, pues nos ha hecho actuar con precaución ante peligros potenciales desde tiempos inmemoriales.
La psicología define al miedo como la reacción que se produce ante un peligro inminente. Y la verdad que siento que así hemos vivido desde 2019 en adelante, sobre todo los que estábamos en Bolivia ese año del golpe de Estado. Situaciones de violencia racial, xenofobia, odio de clases, represión y masacre que tenían como fin generar miedo paralizante en la población para que esta, desesperanzada, no luchara por el retorno a la democracia. El miedo de por aquellos días se fue transformado poco a poco en terror cuando el odio racista y neofascista iba apoderándose de las calles y utilizó y sembró este mecanismo perverso para tomar el poder.
El miedo ha sido utilizado a través de la historia por las grandes corporaciones y por el modelo de dominación neoliberal para conseguir el poder y perpetuarse en él. Pero también el sistema de dominación teme y oprime duramente a la clase trabajadora organizada, a los afroamericanos unidos bajo las banderas del Black Power, al movimiento indígena originario y campesino, cuando ha decidido que ya es hora de romper las estructuras de dominación y se plantea llegar al poder a través de un proceso de cambio, o hacer una nueva Constitución. Este sentimiento también ha permitido unir a las personas a través de la historia para combatirlo en unidad.
El miedo a la incertidumbre o el miedo a lo desconocido es pan de cada día desde 2020, con la llegada del Covid-19 al mundo devino en pandemia hasta el día de hoy. Al principio el temor se tornó cada vez más intenso en la medida que sabíamos de los casos de muerte, primero en China, luego en Europa, hasta que llegó a nuestro continente y muchas personas entraron en pánico.
El miedo se transforma en un factor paralizante que deviene a su vez en otras enfermedades psicológicas. De alguna manera las distintas formas en las que los seres humanos luchamos contra este sentimiento nos han dado un respiro pasados estos años, incluyendo los cuidados de higiene que adoptamos y las dosis de vacunas que nos inoculamos.
Aun no logramos retomar nuestras vidas como antes, continúa gente enfermando de Covid, quizá no con la misma virulencia del año 20 pero igual preocupante.
Desde hace unas pocas semanas se habla de la viruela del mono y vuelta el miedo. Nos aterroriza pensar que vendrán esta y más pandemias para controlar la movilidad humana. En fin, hay que poner atención a aquello que pretende manipularnos y nos hace vulnerables, manipulables hasta llegar a la inacción.
Pero como bien se entiende en teoría política es justamente el miedo y su superación lo que hace que la humanidad se una para enfrentarlo y superarlo.
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Cris González Directora de Correo del Alba
