Honesta, valiente y respetable posición de la periodista, Inna Afinogenova, que no es ecléctica porque está ética y moralmente en contra de la guerra. Aunque su razonamiento político para cuestionar los motivos del gobierno, de su país, para realizar la Operación Militar Especial (OME), no parezcan tan consistentes porque:
1. No es cierto que la OTAN se encontraba debilitada y esta guerra la repotenció, ya que estaba en plena expansión, no solo en Europa, su centro neurálgico con 26 países miembros, sino también en América Latina: Brasil y Colombia como socios estratégicos y Malvinas como territorio insular, el Caribe: Aruba, Curazao, Bonaire, Martinica, Guadalupe, Cayena, Saint Martín, Islas Vírgenes, Caicos, Bahamas como territorios coloniales de sus Estados miembros con bases atlantistas, Asia: Corea del Sur, Japón, Oceanía: Australia, Nueva Zelandia.
2.- La OTAN al unísono con la expansión de la Unión Europea hacia Europa del Este, se fue tragando los países exsoviéticos, faltando solo Ucrania, Georgia y la pequeña Moldavia para estar en la cerca perimetral fronteriza al occidente de la Federación de Rusia. Lo que supone como para nosotros las bases de Estados Unidos en nuestra fachada occidental; “un peligro inusual y extraordinario a nuestra seguridad nacional», para usar las palabras del Decreto Obama en contra de Venezuela. Por lo que, estar o no a favor de la guerra como problema ético, no resuelve el problema geopolítico de la amenaza otanista al más extenso y rico territorio del planeta que ya Hitler, quiso conquistar en 1941 y fracasó, además perdió la Segunda Guerra Mundial.

3. La Operación Militar Especial (OME) no es técnicamente una guerra, porque no ha sido formalmente declarada conforme al Derecho Internacional. En la película ¡Tora! ¡Tora! Se destaca al embajador nipón notificando al Departamento de Estado de los Estados Unidos, la Declaración de Guerra del Imperio Japonés contra ese país, cuando ya los aviones se acercaban a Pearl Harbor. Tampoco es una invasión porque el Estado agresor, no declara el propósito de permanecer en el territorio ocupado sino el «desmilitarizar» y «desnazificar» a otro Estado por constituir factores de peligro para su seguridad nacional.
Pero, además, y eso lo debe saber muy bien Inna, esta OME rusa en Ucrania, también fue una respuesta a la violación inminente de los Acuerdos de Minks, Bielorusia, suscritos por Francia, Alemania, Ucrania y Rusia, por parte del gobierno de Ucrania, para resolver el conflicto en la región ucraniana del Donbás que ya había preparado varias de sus mejores divisiones e incorporados a las formaciones nazifascistas ucranianas y, suficiente material bélico altamente ofensivo en la zona periférica de las recién creadas Repúblicas Populares de Donest y de Luganst, mayoritariamente habitadas por población ruso-parlante, que su proceso separatista en el año 2014, quienes, como consecuencia del Golpe de Estado fascista contra el Presidente Yanukovich, por ser contrario al ingreso de Ucrania a la Unión Europea y a la OTAN y favorable a estrechar lazos con Rusia, lo que provocó una guerra con más de 10 mil víctimas. Cosas del derecho y la diplomacia que son válidas porque regulan las relaciones entre los Estados, aún en situaciones de conflictos militares.
4. Es verdad – y tiene fundada razón Inna – los medios son uno de los cuerpos de ejército de un Estado beligerante en confrontación armada con otro, por lo que su trabajo profesional y sus posiciones éticas sobre la guerra se podría ver comprometidas, dado el carácter público, aunque autónomo, de RT como medio global financiado por el gobierno ruso. Lo que también parece claro es que la BBC, CNN, Fox, France 24 ni la Deutsche Welle (DW), podrán meterla en su nómina porque mantiene la misma eticidad por la que se fue de RT para no relacionarse con el otro bando.
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Yoel Pérez Marcano Exembajador de Venezuela en San Vicente y las Granadinas y Belice
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