El 11 de abril se cumplen 20 años del golpe militar perpetrado en contra del comandante Presidente Hugo Chávez, que menos de 48 horas después es revertido gracias al contragolpe popular que logra restituir el hilo constitucional. El acto heróico ejecutado al unísono por millones en las calles, frente a los regimientos, rodeando el Palacio de Gobierno, en cada barrio y esquina, de manera pacífica, desactivó la maquinaria de muerte y guerra que pretendían instalar sobre la joven revolución en 2002.
El Comandante fue secuestrado y llevado a una isla como prisionero, con la intención de asesinarlo; y escribe de su puño y letra en las páginas de la historia de las luchas de resistencia nuestramericanas por la valentía del líder bolivariano y por la decisión de todo un pueblo de restitiuirlo en el poder. Los golpista en menos de 24 horas habían tomado el Palacio de Miraflores, destituido a todo el Gobierno y cancelado la Asamblea Nacional. Entre otras muchas atrocidades que cometieron.
Un dato relevante fue el papel que jugaron los medios de comunicación abiertamente coludidos con la derecha, quienes contaban una realidad inexistente y trucaron imágenes desatando los primeros fake-news del siglo. El 14 en la madrugada es rescatado el comandante. Victorioso vuelve al lugar donde lo llevó el pueblo. Este es uno de los hitos más importantes de la revolución bolivariana y una lección de que la derecha aprovechará cualquier resquicio para intentar quebrar los procesos populares. El pueblo entendió el papel que debía jugar como bastión fundamental de la soberanía y la independencia y en unidad cívico militar. Vendrían despues de aquel dia muchos más embates militares, económicos y políticos comandados desde Estados Unidos, quienes no ocultaron nunca que estaban detrás de todo el complot para derrotar al Gobierno y someter al pueblo venezolano a sus designios.
En su libro “Tan cerca del infierno, tan lejos de Dios” Suseth Rodríguez, recupera el testimonio de personas perseguidas en el golpe contra el líder indígena Presidente Evo Morales del 2019-2020. Me pregunto siempre cuando reviso la historia contemporánea de nuestro continente ¿Cómo pueden, tantas veces, atentar contra la decisión de los pueblos y castigarlos por su determinación revolucionaria, con tanta perversidad, con tanto odio, la biblia en mano e invocando a Dios?
En cada caso, y desde que conocimos los desclasificados de la CIA, que pagó a organizaciones e inyectó ingentes recursos económicos a medios de comunicación para derrocar a Salvador Allende, el papel de los mass-media ha sido esencial en borrar de la memoria colectiva episodios desgarradores sufridos en el curso e instalación a la fuerza de sus gobiernos de facto y en abuenar a los victimarios.
Las víctimas de siempre seguirán pagando la ira y el odio de los poderosos, inyectados a través de sus noticieros y programas en los que tratan de convencer al mundo que ellos tienen razón cuando deciden acribillar, matar y apresar hombres y mujeres humildes, pero dignos representantes de todo un pueblo que ve en la injusticia cometida contra Allende, Chávez o Evo, la agresión contra sus sueños, la anulación de su lucha en busca de mejores condiciones de vida, de la necesidad urgente de salvar el planeta contra un modelo neocolonial, proimperialista que pretende seguir saqueando la tierra y el agua y destruyendo la vida en su ambición expansionista de su modo de guerra y explotación. ¡Grande Venezuela! que en estos 20 años ha dado una gran lección de dignidad al mundo.
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Cris González Directora de Correo del Alba
