La contingencia alimentaria se está activando en varios países de América Latina que intentan garantizar la producción de alimentos para consumo interno, ante la baja en las importaciones y exportaciones dentro de Europa, que se han visto afectadas por el conflicto bélico Rusia-Ucrania, que ha tenido como consecuencia el incremento de los precios del petróleo, combustibles y otros rubros en los que se encuentran el aceite, el maíz y el trigo del mundo.
En este sentido, el gobierno de Bolivia informó a través del ministro de Desarrollo Productivo y Economía Rural Néstor Huanca, que el país hará frente a esta contingencia garantizando el abastecimiento de productos como el maíz, sorgo y azúcar para el mercado nacional, sustentados en el Decreto Supremo 4680 que prevén “los procesos de producción, distribución, y comercialización de bienes y servicios”.
Asimismo, el Estado intervendrá en la estabilidad de precios de la harina, para que la producción de pan no disminuya y pueda mantenerse precio y peso justo para consumidores.
En la web ministerial, Huanca confirma que la “nueva zafra se prevé acopiar cerca de 80.000 toneladas de maíz para abastecer al sector avícola, porcinocultor y ganadero para garantizar la producción de huevo y de carnes de pollo, res y cerdo”
Las cifras de exportación de maíz en 2021 crecieron 57 mil toneladas y en lo que va de año se ha incrementado 700 toneladas adicionales, pero se desconoce aún a corto plazo como afectará a esas exportaciones el conflicto bélico que actualmente se ejecuta en el otro lado del mundo, fuera del aumento en el coste de estos rubros esenciales y de vital consumo de la canasta alimenticia.