La humanidad, sigue asediada por la pandemia y sus variantes que desnudan profundas brechas de injusticia e inequidad, mientras la oligarquía mundial del capital concentra mayor riqueza a espaldas de millones de seres humanos que, cada día, tienen que despertar en campos de apartheid, en las cárceles a cielo abierto más grandes del mundo, murallas y muros que develan a un capitalismo en ciernes que pisotea y conculca derechos humanos de los pueblos de Palestina o de la República Árabe Saharaui Democrática (R.A.S.D.).
Israel ha perpetuado y mantiene una alevosa ocupación de los territorios palestinos, mediante las estructuras del sionismo que reproducen el exterminio del que fue víctima el pueblo judío.
La R.A.S.D. sitiada y ocupada por Marruecos, que acaba de firmar con Israel un acuerdo que afecta los derechos del hermano pueblo Saharaui que lucha por su independencia.
Dos hermanos pueblos que tan solo reclaman el derecho de vivir en paz con soberanía, con dignidad, sin asedio, persecución, que cese la ocupación y usurpación de sus territorios. Quieren disfrutar de los principios contemplados en la Carta fundacional de las Naciones Unidas.
Israel y Marruecos hacen caso omiso y continúan violando el derecho y otros instrumentos internacionales. Mientras tanto la diplomacia internacional del sistema de Naciones Unidas permanece en la opacidad. Hay un silencio cómplice que evidencia que esta estructura ya no responde a su génesis creacional y que, por el contrario, secunda la hegemonía de un neoliberalismo insensible e inhumano al que le vale un rábano los derechos humanos, mismos que demandan una urgente y necesaria decolonización.
Parafraseando a Mahatma Gandhi podemos decir que; ojo por ojo y la humanidad terminará ciega. Hoy invocamos el respeto a la vida, porque cese la ocupación en territorios palestinos, saharauis, que Estados Unidos de Norteamérica deje de fomentar el exterminio del pueblo de Yemen, Siria, que termine la injerencia, el bloqueo y Medidas Coercitivas Unilaterales (MCU) en contra de Cuba, Venezuela, Nicaragua, mientras las bases militares norteamericanas se convierten en una amenaza para la paz de la región de Latinoamérica y El Caribe y la criminalización del derecho humano a la migración por Estados Unidos y la Unión Europea (UE). África madre del origen y culturas de la humanidad , hoy terriblemente sembrada de bases militares, para seguir saciando los intereses de los Complejos Militares, Industriales y Financieros, así como la extracción de recursos naturales no renovables y la agitación permanente de conflictos, pues, el hegemón norteamericano, al igual que Israel, tienen que vender armas, para mantener encendida la violencia, el exterminio y diseminar de marines y mercenarios en los pueblos que luchan por su emancipación, defienden en paz y armonía con la vida, la libre autodeterminación de los pueblos.
No podemos permitir que se sigan precarizando los derechos a nombre de las absurdas lógicas y dialécticas del denominado orden y establecimiento de una democracia, construida desde los intereses hegemónicos de Estados Unidos y la refuncionalizada doctrina de James Monroe, Plan Cóndor 2.O, o la perversa maquinaria de las fake-news y las grandes estructuras corporativas transnacionales massmediáticas, que reproducen las narrativas y libretos construidos en las embajadas norteamericanas. Bien reza la doctrina Monroe: “América para los americanos”, traducida desde las lógicas y miradas antihegemónicas, antimperialistas, Latinoamérica y El Caribe para los norteamericanos. Es evidente que se encuentran en plan de reconquista de sus denominados patios traseros latinoamericanos o repúblicas bananeras.
Por tanto, por más que hayan vuelto a renacer las ultraderechas neoconservadoras, autoritarias, violentas, represivas, de tinte filofascista y a pesar de su envilecida, perversa y sistemática violación de los derechos humanos nuestros pueblos no dejarán de levantar sus voces en la conquista de derechos fundamentales.
Es indignante ver como un tribunal de justicia británico vuelve a pisotear los derechos humanos de Julian Assange, el periodista australiano, que denunció a través de WikiLeaks al mundo los horrendos crímenes de guerra cometidos en contra de Irak, Afganistán, la prisión de Guantánamo, alevosa ocupación norteamericana en territorio cubano.
Cabe recordar que el 11 de abril del 2019, fue sacado a la fuerza por la policía británica de la embajada ecuatoriana en Londres, en donde permanecía en condición de asilado político concedido por la República del Ecuador desde el 12 de agosto del 2012.
Actualmente, permanece en un prisión británica de máxima seguridad. Precisamente esto aconteció y sucedió en un régimen como el de Lenin Moreno, punta de lanza de asedio e injerencia del gobierno federal de Estados Unidos, que fue una seria amenaza a la integración sudamericana, ,la libre determinación, que generó terribles violaciones a los derechos humanos del pueblo ecuatoriano en octubre del 2019 con delitos de lesa humanidad, concomitante el ministerio público boliviano ha presentado una denuncia, por haber prestado pertrechos antimotines para reprimir a su pueblo durante el sangriento golpe de Estado de octubre mismo año.
En el caso ecuatoriano hoy están invisibilizados y han caído en la impunidad, porque continúa un régimen siamés que está monetizando al Ecuador y terminando con las empresas públicas estratégicas. El pueblo condenado a cargar en sus espaldas y a pagar una crisis acumulada de 4 años y seis meses, sumada la multidimensional crisis de la pandemia.
Denunciamos, ante la comunidad internacional, que el periodista Julian Assange, el que tuvo nacionalidad ecuatoriana concedida de conformidad a la Constitución del Ecuador y el Derecho Internacional y posteriormente extirpada por Moreno, sería extraditado a Estados Unidos acusado de: espionaje y alta traición, además de dieciocho delitos, en una demostración de clara flagrancia y vulneración de derechos, a cadena perpetua debido a expresa solicitud de Joe Biden.
Exigimos, a la ONU a detener esta posible y demencial extradición, conociendo que la salud física y mental de Julian está muy deteriorada.
No podemos permitir que Estados Unidos, apéndice de Gran Bretaña, sean dos imperios que pisotean las soberanías de los pueblos. Gran Bretaña se ensaña en extraditar a Julian que podría ser condenado a 175 años, por evidenciar los crímenes cometidos por el país símbolo del hot dog y la gran prensa. Queda en pie la apelación a la Corte Suprema de Justicia de Gran Bretaña.
Chile va en la búsqueda y recuperación de la democracia.
República Dominicana, va y las voces en conquista de derechos no se detienen.
Haití, desde la voz legendaria de Petion, volverá a conquistar su segunda independencia para decir: no al ocupación yankee disfrazada de ayuda humanitaria.
Ya sabemos y conocemos la lógica de esa denominada ayuda humanitaria que deja devastados los pueblos, el ejemplo más cercano es Afganistán.
Perú, la ultraderecha en el tercer proceso electoral librado en el Congreso, no pudo consumar el golpe de Estado mediante la figura de la vacancia.
Bolivia Plurinacional, su socialismo del vivir bien, sigue diezmado y socavando las injusticias e inequidades dejadas por el régimen dictatorial, aunque por ahora el pueblo defiende a su gobierno del MAS.
Colombia en camino a recuperar la democracia a través del Pacto Histórico, sembrarla de justicia social y derechos para todes .
Honduras despertó, se abriga la esperanza de un gobierno del tamaño de los sueños del pueblo.
El Salvador en pies de lucha.
Brasil, en camino con Lula para volver a tener democracia y Patria.
Para el pueblo, lo que es del pueblo, salud, educación empleo, trabajo, mirada plural, inclusión, justicia.
En Ecuador, el progresismo Pachakutik, que va dejando de ser el brazo político de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), los grupos de ultraderechas, los denominados provida, revictimizan los derechos de las mujeres, se rasgan las vestiduras frente a la despenalización del aborto resolución de la Corte Constitucional , no hacen otra cosa que permitir y perpetuar la violación a la sagrada soberanía de los cuerpos de las niñas y adolescentes, obligadas a concebir o ser madres como expresión o resultado de una violación, es decir, interrupción voluntaria del embarazo. Otra humanidad es viable y posible con un nuevo sistema de Naciones Unidas que responda a la libre autodeterminación de los pueblos sin la tutela y control del hegemón norteamericano y que defienda la conquista de derechos humanos descolonizándolos y que proscriban las violencias patriarcales perpetuadas por los Estado-Nación.
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Luis Ernesto Guerra Analista político ecuatoriano y activista de Derechos Humanos
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