En Mayo del 2005 participé en un coloquio internacional sobre los problemas latinoamericanos en la ciudad italiana de Perugia y posteriormente en la Feria del Libro de Pordenone, donde se realiza el festival del cine Mudo. El compañero Walter Perselló de la Asociación de Amistad con Cuba me recibió en la terminal de Trenes de Venecia.
Partimos para Pordenone a unos 90 kilómetros de Venecia y al pasar frente a la casa de los sobrinos de Dino Doné, italiano expedicionario del Yate Granma, Walter llegó para saludarlo y de esa forma lo conocí. Estaba reparando su barco, fue una gran alegría encontrarse con un cubano y abandonó su trabajo para hablar de Cuba. Lo invitamos a la presentación de nuestros libros y expresó asistiría a un conversatorio en ese recinto ferial y deseaba que también estuviéramos presente en el suyo.
Al día siguiente eran las presentaciones y desde que llegué siempre estuvo a mí lado. En el encuentro los asistentes querían que les hablara sobre la realidad cubana y sobre el papel del Comandante Ernesto Che Guevara pocas preguntas. Le pedí a Doné, que podía hacerlo mejor que yo y contó algunas anécdotas, pero la mayor parte del tiempo habló de su admiración por Fidel, Raúl, Faustino Pérez y Jesús Montané.
Hubo un momento muy emotivo cuando el artista Zen Marino me entregó una obra de arte en madera con un pirograbado del Che niño, con la dedicatoria en italiano que traducida dice: “A Froilán y Adys y a todo el pueblo cubano con inmensa emoción.”
Después de las encuentros fuimos a cenar con el escritor y editor Roberto Massari, donde Doné habló ampliamente de Cuba, su participación en la Segunda Guerra Mundial, su llegada a Cuba, el matrimonio, las visitas a Cienfuegos y Trinidad, su colaboración con el Movimiento 26 de Julio, viajes clandestinos a México, la travesía del Granma, el desembarco y la salida y estancia en Estados Unidos.
Quería que me quedara dos o tres días para llevarme a Venecia, donde tenía un buen amigo, defensor de Cuba, amante de la Revolución, dueño de góndolas y de un restaurante. Aseguró que seguramente nos invitaría a navegar por los canales y almorzar. Le agradecí la invitación, pero le manifesté, que ya la había visitado y me hacía recordar un triste momento.
Se interesó en conocer si me habían tratado mal, le expliqué que de ningún modo, hasta me llevaron a recorrer algunas de las islas. Le conté que en una ocasión debía cumplir una misión donde tal vez no habría retorno y cuando me llevaban al aeropuerto, la última canción que escuché era “Venecia sin ti” del francés Charles Aznavour y como me alejaba de Cuba, de mi esposa y mis hijitos pequeños, cada vez que la mencionaban venían esos recuerdos.
Dijo comprender perfectamente, le pasaba lo mismo fuera de Italia, es sinónimo de melancolías, nostalgias y tristezas. Me aclaró que Aznavour nació en Francia, pero era de origen armenio y ambos nacieron en el mismo mes y año.
De esos encuentros, las preguntas del auditorio y las respuestas, las notas y datos obtenidos a través del historiador Fidel Perera, director del Museo de la Clandestinidad de la ciudad de Trinidad y del escritor y periodista italiano Gian Franco Ginestri y un documental de la realizadora Fabiola López de Tele Sur, hago un resumen.
Nació el 18 de mayo de 1924 en la comuna de San Biagio provincia de Treviso, muy cerca de Venecia, en la carretera a Pordenone. Hijo de campesinos pobres, aprendió el oficio de cantinero. En 1943 se integró al Ejército Italiano y en la Segunda Guerra Mundial, durante la ocupación alemana se convirtió en un audaz partisano (guerrillero). Aprendió a maniobrar artillería ligera y explosivos, a conducir transportes pesados y a pilotear medios de desembarco.
Relató que se deslizaba entre los territorios ocupados para rescatar pilotos derribados, protegidos por los campesinos y por las noches secretamente los embarcaban hacia Yugoslavia. En esas operaciones fue capturado por la misión anglo-americana y llevado a un campo de concentración, ocasión que mantuvo contactos con los Servicios Secretos de Inglaterra y Estados Unidos.
Logró escapar, pero más tarde lo detuvieron y permaneció preso hasta que fue liberado por las Tropas Soviéticas. Al finalizar la Guerra, fue acusado de criminal de guerra por su posición antifascista y citado a juicio, en esas circunstancias huyó de Italia y se refugió clandestinamente en varios países europeos.
Señaló que en Alemania trabajó de pintor, en Francia de chofer de buldócer, en Bélgica minero, encargado de colocar los peligrosos explosivos y en Holanda trabajador portuario. Decidió marcharse de Europa para siempre y en 1949 entró como polizonte con destino a centroamericana, fue descubierto y el Comandante lo obligó a quedarse en México, rápidamente abordó un barco para Canadá.
Dos años después se embarcó con destino a Cuba y en el puerto de Manzanillo lo abandonó, se fue para La Habana, donde consiguió trabajo de carpintería, herrero y mezclador de cemento en la construcción de la Plaza Cívica, actual Plaza de La Revolución y el monumento a José Martí.
Narró que visitaba frecuentemente la Universidad de La Habana y se vinculó con los estudiantes que enfrentaban la dictadura de Batista, fue testigo de la represión brutal de la Policía. Como tenía experiencia en explosivos lo contrataron para la construcción de puentes en la carretera Cienfuegos-Trinidad como conductor de buldócer. En esas labores se enamoró de Olga Norma Turiño, de Trinidad con quien se casó en 1953.
Después del asalto al Cuartel Moncada la bella muchacha se vinculó al Movimiento 26 de Julio y participó en diferentes acciones revolucionaria junto a ella. Relató cómo lo impactó el juicio a Fidel en Santiago de Cuba y la Historia me Absolverá, la prisión en la Isla de Pinos junto a los Asaltantes al Cuartel Moncada, la amnistía y la llegada de Fidel a México.
Afirmó como su amigo Arsenio García le solicitó acompañar a dos jóvenes que debían viajar a México para reunirse con Fidel y en 1955 se convirtió en tesorero del Movimiento 26 de Julio en Santa Clara. Reveló que desde México Fidel le solicitó a Faustino Pérez que lo enviara a ese país, para cumplir otras misiones clandestinas, entre ellas traslado de dinero, correspondencia y propaganda. Como viajaba con pasaporte italiano, las autoridades nunca sospecharon y de esa forma se convirtió en un enlace seguro.
Después de esta misión, sostuvo varios encuentros con Fidel, quien le preguntaba sobre la guerra en Italia, los nazis, Mussolini, el fascismo y su experiencia marinera. Se convirtió en uno de los futuros expedicionarios del Granma, donde fungió como teniente jefe de una de las escuadras, bajo las órdenes de Raúl Castro.
Dijo que el 5 de diciembre fueron emboscados en Alegría de Pío, se dispersaron, entró a una plantación de caña y ayudado por los campesinos se disfrazó de comerciante de granos, escapó y salió de forma clandestina para México donde lo contrataron como marino mercante, viajó a Venezuela, Australia, Grecia, Indochina, siempre buscando trabajar en barcos que tuvieran la ruta hacia Cuba para integrarse a la lucha armada en la Sierra Maestra.
En 1958 en México encontró un barco que hizo escala en el puerto de Nuevitas y se trasladó a Trinidad donde le informaron lo grave de la situación política, la represión, los asesinatos y desaparecidos y que la Policía de Batista lo perseguía y lo acusaban de Mercenario y que en la Sierra Maestra lo dieron por muerto y colocaron una tarja como caído en combate.
Confesó que sintió miedo y que en Estados Unidos lo juzgaran como mercenario, regresó al barco y decidió comenzar una nueva vida, trabajó como taxista, pintor, decorador y camarero y como había enviudado se casó con Antonia de la Cruz, puertorriqueña enamorada de Cuba y solidaria con la lucha en la Sierra Maestra.
En Nueva York conoció del Triunfo de la Revolución, la entrada de Fidel a La Habana el 8 de enero de 1959, quiso regresar, pero el cónsul cubano de forma poco educada lo trató muy mal y le ofendió. Se enojó y también le respondió de la misma manera. Mantuvieron una agria discusión y el funcionario lo miró con desconfianza y prepotencia y le negó la visa. Esas acciones le causaron un dolor profundo.
Pasado un tiempo recibió la visita de un cubano emigrado, con un mensaje de Jesús Montané Oropesa, quien con mucho cariño y aprecio personal le solicitaba en nombre de la Revolución la importancia de permanecer en Nueva York, trabajando para la Revolución que comenzaba a ser agredida por el imperialismo norteamericano y que estaban utilizando y manipulando a los cubanos que habían emigrados sus egoístas fines de derrotar a la Revolución.
A través de ese cubano se comunicaba secretamente con Cuba y pudo realizar tres viajes para entrevistarse con diferentes compañeros y con Jesús Montané, con quien mantenía mecanismos de comunicación sobre el monitoreo a los contrarrevolucionarios que conspiraban y atentaban contra la Revolución.
El periodista italiano Gian Franco Ginestri, relató que en enero de 1995 tuvo la oportunidad de preguntarle al Comandante Jesús Montané Oropesa, acerca de Gino Doné y le expresó que era el más adulto, el más serio, el más disciplinado y nunca había buscado ningún privilegio, que mantuvo comunicación de vez en vez y se veían en Cuba. Su vida se convirtió en un enigma durante muchos años.
Gino Doné fue invitado para el 40 aniversario del desembarco del Granma. Relató que sin hijos y viudo dos veces volvió a San Doné, provincia de Venecia donde viven los sobrinos, que fue el lugar donde lo conocimos. Dijo que también hubo un factor económico porque recibía una pensión como Combatiente de la Segunda Guerra Mundial y temió perder esos beneficios.
En el 2004 participó en La Habana en el desfile del Primero de Mayo, donde fue condecorado por sus valiosos aportes secretos a la Revolución. Regresó a Venecia donde le celebraron su 80 cumpleaños en el Círculo Italia Cuba, con la asistencia de diversas organizaciones revolucionarias y de La Asociación Nacional Partisana Italiana (ANPI). Le brindaron un gran homenaje y aprovechó para denunciar el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba y pidió la solidaridad con la Revolución y su heroico pueblo al que sentía pertenecer.
2006 nuestro libro “Julio Antonio Mella y Tina Modotti contra el fascismo”, traducido al italiano por Edizioni ACHAR, y seleccionado para conmemorar el 60 aniversario de la derrota del fascismo. En el libro también abordamos el conflicto bélico en la Segunda Guerra Mundial y la represión contra los italianos residentes en Cuba, en muchos casos inocentes o luchadores antifascistas.
Ese año nos invitaron al festival de cine de la ciudad italiana de Chiaviri, propusimos dedicarlo al cumpleaños 80 de Fidel, pero hubo discrepancias en algunos de los organizadores por el carácter político del hecho, que violaba los reglamentos del evento y no lo aprobaron.
Ese mismo año Gino Doné vino a Cuba para celebrar el 50 Aniversario del Desembarco del Granma y para encontrarse con Fidel en vísperas de la salida del Comandante en Jefe del hospital luego de haber sufrido el accidente donde se fracturó la rodilla.
Durante esa visita Gino siguió un amplio programa de actividades organizadas por el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), visitó Santa Clara y Playa Girón y otros muchos lugares de interés histórico, político y cultural. Manifestó la alegría de estar en Cuba y repetía continuamente cuanto apreciaba el puerco asado y la yuca con mojo.
Vimos la emocionante entrevista de Fabiola López al ya legendario revolucionario y propusimos a los organizadores del Festival de Chiaviri realizar un breve documental para homenajearlo como único europeo participante en la expedición del Granma. Estuvieron de acuerdo. En nuestra familia acordamos reflejar la parte donde hablaba de Fidel y de esa forma festejaríamos el cumpleaños 80 de nuestro Comandante en Jefe. Fabiola López apoyó esa propuesta y nuestro hijo Leandro realizó un pequeño documental de 4 minutos.
Los organizadores del evento apoyado por los amigos de la Revolución Cubana, invitaron a las máximas autoridades de la ciudad para el homenaje al italiano. La promoción fue intensa a través de los medios de información y las asociaciones de amistad con Cuba.
El día del estreno el teatro estaba completamente lleno y cuando se proyectó el corto y las palabras de Doné sobre Fidel e imágenes del Comandante en Jefe, el auditorio casi en pleno se puso de pie y comenzó a aplaudir y a cantar felicidades para Fidel y vivas a la Revolución Cubana. Leyeron un comunicado y las autoridades también enviaron felicitaciones al invencible guerrillero.
Para el 82 cumpleaños de Gino Done en la ciudad de Boloña, se proyectó el documental y lo declararon socio honorario del Círculo local Asociación Italia–Cuba.
El 22 de marzo del 2008 falleció en Italia a los 83 años de edad y en su habitación fueron colocadas cuatro coronas de rosas rojas, enviadas por Fidel, Raúl, los expedicionarios del Granma y la embajada de Cuba en Italia. El jueves 27 de marzo su cadáver fue cremado, pero su ejemplo, solidaridad y lealtad nunca se convertirán en cenizas.
__________________________________________________________
Froilán González Historiador y escritor
Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad del autor/a