¿Prohibido abortar?

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Hace pocas semanas movimientos sociales vinculados a los derechos de las mujeres se concentraron en las afueras del palacio federal legislativo sede de la Asamblea Nacional venezolana para exigir a las diputadas y diputados la discusión de una agenda legislativa que analice la despenalización del aborto. Un debate y una discusión polémica con muchos simpatizantes y detractores, que tiene argumentos a favor y en contra, tanto en lo legal como en lo científico, religioso y cultural.

El debate sobre la despenalización del aborto en Venezuela tiene algunas décadas en la sociedad, pero no se ha hecho público, por lo que ante la presencia de cualquier asunto similar se coloca de manifiesto ese debate. Hace algunos meses el apreciado artista venezolano, Eric Mejicano, realizó una expresión artística en Caracas con el eslogan “prohibido botar bebes”, la cual fue asumida por algunos como una campaña antiaborto, por otros proaborto o incluso por la adopción de niños, dejando de manifiesto que ese debate nacional no está canalizado. La expresión artística de Mejicano fue una obra para ironizar y concientizar sobre la realidad latinoamericana del abandono infantil, que tiene que ver con los valores, la responsabilidad de hombres y mujeres, la planificación familiar y los Derechos Humanos.

Hoy, en Latinoamérica, se discuten distintos temas controversiales como lo son la despenalización del aborto, la eutanasia, la legalización de sustancias prohibida y las distintas relaciones estables de hecho; Venezuela no escapa de estos temas. Lo cierto es que en un país tan diverso como Venezuela siempre se presentaran distintos puntos de vista, ideas y enfoques que generan debates de distintos temas.  Es importante entender que el objetivo de las discusiones o los debates, no debe ser la victoria de un sector sino el progreso colectivo, esto en el marco de la democracia venezolana.

Los debates no pueden ser únicamente de un sector, más cuando el resultado de este afecta a toda una sociedad. No existen temas exclusivos para sectores o tendencias sexistas más, allá de que algunos movimientos tengan la iniciativa movilizadora. En la situación global y nacional de pandemia, cambio climático y ataque a Venezuela, para algunos ciudadanos estos temas, considerados controversiales, pueden no ser relevantes, ya que se puede ver otras prioridades o materias más urgentes. Lo cierto es que estos temas de debate se pondrán en la palestra nacional tarde o temprano, por lo que se debe tener claridad del panorama. Las presentes líneas tienen el objetivo de aproximarse, de la manera más objetiva y sinceras al debate sobre el aborto.

Es de especial atención, en esta materia, limitar los dogmas religiosos o culturales ya que los cambios y transformaciones en estos temas no son ‘negativos’ ni ‘positivos’ sino ‘adecuados’ o «no adecuados» para el momento o la realidad particular de cada país, partiendo de que no todos los países y sus realidades son iguales. No porque en un país se aplique una reforma o una visión de un tema, necesariamente servirá en otro país que vive una realidad distinta.

Hay un sector de mujeres proaborto, que asegura que la despenalización del aborto o la interrupción del embarazo forma parte de su derecho a decidir sobre su propio cuerpo. En contraparte, existe el sector de feministas antiaborto que no lo ven como el derecho a decidir sobre su propio cuerpo, ya que no perciben al feto como una extensión de sí mismas, este sector considera que ejercer el derecho a decidir sobre su propio cuerpo podría ser al realizar una histerectomía o un procedimiento semejante. En estas posiciones enfrentadas sería interesante la incorporación de quien aporta parte del material genético de forma natural en los casos de procreación consensuada (los hombres), para poder ampliar la discusión con una visión de igualdad de Derecho Humanos.

La Federación Médica Venezolana (FMV) en su XXXVI Reunión Ordinaria de la Asamblea por la modificación de la Ley del Ejercicio de la Medicina, presentó como ponencia central “El aborto en Venezuela”. Dicha ponencia argumentaba que el aborto debía ser visto como un problema de salud pública y, además, se reconoció que en los países donde las leyes son favorables para la práctica del aborto han contribuido significativamente a la reducción de la problemática.

La interrupción voluntaria de un embarazo es una realidad, por estar prohibido el aborto no deja de ser un hecho que ocurre y posiblemente su prohibición sea un incentivo a la realización de este en condiciones de clandestinidad e inseguridad para la vida de la mujer. El aborto, ocurre como último recurso cuando la mujer queda embarazada sin querer estarlo. En Venezuela, el aborto es permitido cuando la gestante corre riesgo de muerte y es considerado delito desde nuestro código penal de 1915. Es interesante la solicitud de los movimientos sociales sobre esta materia al poder legislativo, pero existen distintas herramientas para conseguir sus objetivos.

Si bien es cierto que la Asamblea Nacional venezolana es, por mandato constitucional, la instancia para la elaboración, aprobación y reformas de las leyes también es cierto que, en el marco de la democracia participativa y protagónica, los ciudadanos en Venezuela tienen distintas vías de iniciativa para crear, modificar, abrogar leyes y en las materias de especial trascendencia nacional pueden ser consultados mediante el referéndum. Esta herramienta constitucional de iniciativa legislativa popular, tanto de creación como de eliminación de leyes, aún no se ha estrenado, pero sería muy interesante su empleo en temas que pudieran tener algún grado de complejidad que afecte a toda la sociedad. 

La despenalización del aborto se puede realizar por iniciativa del poder legislativo, por iniciativa ciudadana o someterla a consulta ciudadana mediante un referéndum, pero estas herramientas legales no solucionan toda la problemática alrededor del aborto, ya que esta alternativa de interrupción no es un método anticonceptivo y produce trastornos de la salud a las mujeres por lo que se hace necesaria una visión más amplia que la jurídica. Las mujeres más desfavorecidas económicamente, con falta de formación y de información en materia de salud sexual, son las más vulnerables en esta materia. Cuando se aborda temas relacionados a los derechos de las mujeres nos referimos al 50 % de la población y las madres del otro 50 % de la población, por lo que es de interés de toda la sociedad y se hace necesaria, no solo una visión legal del aborto y de la planificación familiar, sino una visión formativa para toda la sociedad desde el sistema educativo y los medios de comunicación.

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Yonder Canchica Abogado venezolano experto en Derecho Internacional

Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad del autor/a

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