¿Un símbolo anti qué?
La publicidad es una técnica cualitativa de mercadeo que permitió estimular las ventas a través de los sensores espirituales, emocionales y arquetípicos de una sociedad “moderna” que se oculta en el inconsciente colectivo
Pero, ¿qué hizo de extraño Quino o qué normas violentó para captar las inquietudes y las miradas de una población juvenil de los años 70? Su discurso semiótico fue innovador en la caricatura, alejado de lo decadente y anecdótico. Surge pues una propuesta crítica y epistémica frente a unos conceptos fríos e impuestos de una sociedad occidental heredada.
¿Qué resortes culturales y éticos llevaron a Quino a construir esa rechoncha, altanera, con su afro al propio estilo de Ángela Davis… y vestida a lo elemental, que se hizo vida en el habla de un continente conocida como Mafalda y se acercó a la gente de clase media y sencilla de América Latina? No sé; pero lo que sí sé es que ese arquetipo de mujer ya existía en la memoria de resistencia de este continente. Solo esperaba por un ser hipersensible que le hiciera insurgir y ponerla de boca en boca en cada uno de los amantes de la justicia, la paz y el respecto por el prójimo y el otro que somos nosotros mismos. Mafalda utilizó su palabra escrita para dibujarle al mundo de consumo o sociedad capitalista, las distintas formas de egolatrías, sus manifestaciones de discriminación; a los países los llamó por sus nombres mercantiles de marcas: derrochadores de energía fósil, productores de basura espacial; se burló con humor de los países que piensan “con premeditación y alevosía” que el mundo es un sótano de propiedad privada. Bueno, tuvo la entereza de gritarles desde el púlpito del corazón: “Váyanse a la mismísima mierda”.
¿Estaría Quino, excelente dibujante y caricaturista, escondido entre ”puntos y líneas“ combatiendo con su pensamiento a los empresarios que viven de las necesidades ficticia de una sociedad instituida?
Todo es posible. Lo cierto es que Mafalda sigue intuitiva e inspirando el quehacer del siglo XXI en esa continuidad del imaginario del Che: del hombre y la mujer nueva.
Miramos a Mafalda pertrechada con su bulto social al utilizar la definición de cultura que nos dejará el economista africano Samir Amin: “Para nosotros , la cultura es el modo de organización de la utilización de los valores de uso”. Así fue y será en los pueblos que resisten perder su identidad y diversidad cultural.
Mafalda no le da cuartel a la contracultura capitalista y la baja a cada instante del pedestal en la que nació impuesta por la sociedad occidental, en la Inglaterra del siglo XVIII. Mafalda escucha atentamente a Susanita que expresa: “¡Cuando sea grande quiero tener muchos vestidos!» Y Mafalda, protestona como siempre, le responde desde el fondo de su alma atribulada: “ Y yo mucha cultura“.
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Luis A. Velásquez Escritor
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