El imperialismo norteamericano y el Consejo de DDHH de la ONU contra Nicaragua

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Nuevamente las lógicas e ideologías de subversión política de los imperialismos norteamericano y europeo vuelven a denostar la libre determinación de la República de Nicaragua, que garantiza la libertad de expresión y pleno ejercicio de Derechos Humanos de su pueblo.

Desde nuestro punto de vista, a esta resolución del Consejo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) – Human Rights, del 22 de marzo del 2021, subyace una agresión imperialista y flagrante violación de Derechos Humanos orquestada desde Washington, la Casa Blanca, los complejos militares-industriales-financieros, que son los que ganan con estos delitos de lesa humanidad. 

El gobierno federal de Barack Obama primero, y posteriormente de Donald Trump, se encargaron de agudizar el asedio, persecución, injerencia y órdenes ejecutivas en contra de Nicaragua; propiciaron la  activación de grupos violentos que sistemáticamente calentaron calles con actos vandálicos,   quemaron edificios públicos, típico comportamiento del denominado golpe blando; concomitante, la presencia de un sinnúmero de ONG, que cumplen una función específica de subvertir la democracia y construir lecturas y narrativas, desde la óptica y enfoque del hegemón norteamericano y de la Unión Europea (UE).

Ergo, no sorprende que el Consejo de ONU Derechos Humanos esté sometido a esta hegemonía  y alteridad de poder autárquico de un capitalismo asimétrico e injusto.

Cuando los pueblos del mundo deciden autodeterminarse, consideramos que es un principio que debe respetarse por estar consagrado en la Carta Constitutiva de las Naciones Unidas, pero no es así, se violenta el Derecho Internacional, los Tratados e Instrumentos Internacionales de Derechos Humanos y la Comunidad Internacional hace caso omiso a estas violaciones y pasan desapercibidas.

Parafraseando unas expresiones populares, podemos decir que son muy estrategas para mirar la paja en ojo ajeno y no ven las contradicciones internas que genera su sistema insensible e inhumano.

Empero, se ignora e invisibiliza los terribles delitos de lesa humanidad que comete Estados Unidos en el Oriente Medio, asediado y sitiado por bases norteamericanas, que han bombardeando las soberanías  de Siria, al pueblo kurdo, que amenazan a la República Islámica de Irán, que asesinaron al general Qasem Soleimani, líder  de las fuerzas Quds, que combatió  el terrorista Grupo de Isis, así como del científico  nuclear Mohsen Fakhrisadeh. Desde esas bases han orquestado el asedio e injerencia  al Líbano, Malawi, a otros pueblos y naciones, que no responden al modelo de democracia neoliberal norteamericana o europea y sus mortecinos misiles que exterminar gente inocente, configurando delitos de lesa humanidad.

Esa perversa mirada geopolítica imperialista, hegemónica, actúa geoestratégicamente  y geoeconómicamente, porque es una maquinaria de guerra a la que subyace un fin y objetivo estratégico en mente, en donde los recursos naturales de los pueblos asediados, invadidos y bombardeados se convierten en su codiciado y anhelado trofeo de guerra.

Nos preocupa la celeridad con la que actúa el Consejo de Derechos Humanos en el caso específico de Nicaragua, porque  ignora e invisibiliza las terribles violaciones y delitos de lesa humanidad que comete de manera recurrente Israel en contra del pueblo de Palestina.

La  niñez es violentada por las fuerzas ocupacionistas en Gaza, Cisjordania, que son legítimos territorios palestinos, deliberadamente invisibilizados por los consejos de Derechos Humanos y de Seguridad. El exterminio del pueblo de Palestina no cesa, por el contrario, el hegemón  norteamericano viabiliza y da su visto bueno a la alianza imperialista de Israel y Marruecos, que violentan la soberanía y derechos de Palestina y la República  Árabe Democrática de Saharaui. Dos pueblos víctimas de un criminal colonialismo que los mantiene cautivos en sus propios territorios.

Estas demenciales violaciones deben terminar.

No cesa el permanente asedio, los crímenes de guerra que comete el sionismo. Mutis y silencio total del Consejo de Derechos Humanos.

Es clara la injerencia del imperialismo internacional en las decisiones, votaciones y resoluciones. Más aún, podemos evidenciar que la cuerda se rompe por el lado más  frágil y siempre terminan vulnerados y violentados los Derechos Humanos de los pueblos que no se someten a la hegemonía, a las lógicas  de coacción imperialista. Se pagan favores y es muy clara la hoja de ruta. ¿Que le está  pasando a México de AMLO y Argentina de Alberto Fernández (en mismo Consejo votó en contra de Venezuela bolivariana, terriblemente bloqueada y condenada a la orden ejecutiva de Obama y refuncionalizada por el presidente demócrata Joe Biden. La República Bolivariana de Venezuela constituye un objetivo estratégico del imperialismo internacional).

Es urgente y necesaria la construcción de un Consejo de ONU – Human Rights, desde las miradas solidarias, contrahegemónicas, antiimperialistas y anticolonialistas de nuestros pueblos sobre los que se descarga una lectura prejuiciada, preconcebida y descontextualizada de la realidad concreta  de nuestros pueblos.

Una especie de darwinismo social  perverso, ronda en nuestros pueblos, los denominados fuertes coaccionan, conculcan y pisotean los derechos humanos, de pueblos que  los denominan periféricos,  de economías  marginales y  primarias, que no dejan de exportar y proveer de commodities o materias  primas a estos imperialismos.

Cuando los pueblos  tienen una democracia asimétricamente diferente al modelo dependiente y neoliberal, como la de Estados Unidos y la UE, es un enemigo a exterminarse, porque se convierte en  un riesgo y amenaza para el corazón  del imperialismo, debido a que se ven afectados sus intereses particulares.

Nicaragua tiene a millones de ciudadanos que aman la paz y la vida en plenitud. Los pueblos de Latinoamérica, Centroamérica, el Caribe, de la Patria Grande, le decimos que no está sola, que cuenta con nuestra total solidaridad y hermandad.

Otro Consejo de Derechos Humanos es viable y posible, uno que tenga lectura dialéctica y objetiva, contrastada, verificada, contextualizada, in situ,  y no a través  de informes construidos desde las embajadas norteamericanas sobre la base de las mediáticas y narrativas descontextualizadas de la verdad de los hechos y acontecimientos.

Los índices de desarrollo humano de Nicaragua evidencian cómo la patria de Sandino ha avanzado y eliminado las brechas de inequidad. La niñez, las mujeres, son la columna vertebral del Estado de Nicaragua, con políticas públicas que construyen derechos en los hechos y no en el discurso.

Nicaragua en el preámbulo y contexto de un nuevo proceso electoral, que quiere seguir sembrando democracia y desarrollo, con justicia social, intentan volver con fuerza los petardos bélicos de injerencia y subversión para seguir atacando a un gobierno que es del pueblo, que gobierna y construye para el pueblo, porque le pertenece al pueblo el poder popular.

Cómo le duele al imperialismo internacional que Nicaragua sea sandinista, que tenga dignidad, que jamás dejará de levantar la voz ante el asedio y alevosía del imperialismo y que el comandante Daniel y la comandanta Rosario sabrán defender con dignidad las medidas coercitivas unilaterales que vulneran los Derechos Humanos de este hermano pueblo.

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Luis Ernesto Guerra Analista político y activista de Derechos Humanos

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