El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, ha sido un contundente líder para desafiar escollos que nadie se había atrevido a hacer, tomando en la coyuntura social y política que vive el país: «Avancemos hacia una izquierda que se transcienda a sí misma, que vaya a las comunidades y una sin sectarismo a todos los movimientos de avanzada. De esa unión debe surgir un gran movimiento que rescate las banderas históricas de lucha de nuestros pueblos».
En esta etapa contemporánea que vive el mundo, ante la presencia de una pandemia que no distingue clases sociales, económica, política, cultural, entre otras, existe un desafío histórico que nos obliga a ser capaces de conectarnos con la realidad, para entender que estamos ante el rompimiento de aquellos elementos ideológicos que han controlado el mundo. En el caso de Venezuela, hemos estado sometidos por más de 150 años a políticas liberales y neoliberales. Incluso, pudiéramos atinar que nuestra independencia política apenas está cabalgando por el tiempo histórico, cuando surgió Hugo Chávez, primero el 4 de febrero de 1992, y luego con su triunfo el 6 de diciembre de 1998.
Lo ha dicho Nicolás. Así de simple y de manera coloquial en llamarlo Nicolás, porque todas las tardes llega a la casa a través de la televisión, para compartir con nosotros su aprendizaje, y la orientación política que debe tener la Revolución socialista y bolivariana. Durante 40 años, el status quo aplicado por los dos partidos tradicionales de la Cuarta República y sus satélites, inocularon al venezolano sobre las fatídicas consecuencias que viviría el pueblo ante la presencia del comunismo. De allí la lucha titánica vivida por las organizaciones de izquierda que emergieron en los centros estudiantiles, en los sindicatos y gremios de trabajadores, docentes y en las propias comunidades. Recordemos el uso que se le dio a las asociaciones de vecinos.
Pues bien, la claridad meridiana de Nicolás Maduro, comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y primer mandatario nacional, en avanzar hacia una izquierda que trascienda a sí misma, que vaya a las comunidades sin sectarismo, tiene ver que con el mensaje del comandante eterno Hugo Chávez en su «Aló Presidente Teórico No. 6», el 6 de agosto de 2009, en el Lanzamiento del Sistema de Formación Socialista Simón Rodríguez.
En ese encuentro el Comandante mencionó algo importante, crear una verdadera plataforma ideológica, a través de una Escuela de Cuadros, para que el deber social le permita al ciudadano nuevo jugar un papel estelar en la construcción del socialismo del siglo XXI.
El propio camarada Nicolás Maduro, en su reflexión en las redes sociales, deja prever que el surgimiento de ese gran movimiento que rescate las banderas históricas de lucha de nuestros pueblos, es la unión. Por lo tanto, el reto para la construcción de ese socialismo es el propio poder popular.
Las Comunas y los Consejos Comunales son la savia misma de la naturaleza. Allí convergen todas las ideas de cómo darle forma a ese modelo ideológico. En primer lugar, por la sangre heredada por nuestro Libertadores que recorre sus estructuras. Entre ellas, está la sabiduría de conocer cómo ha crecido nuestro país: tienen pasado, presente y futuro. En ellos se revisará el verdadero socialismo que dijo el comandante Chávez en ese «Aló Presidente Teórico No. 6». Que no sea igual a los modelos que existen en el mundo (Lanzamiento del Sistema de Formación Socialista Simón Rodríguez, página 8).
Para Chávez y Nicolás lo fundamental es la construcción de la patria socialista, desde lo teórico hasta lo práctico, bajo la dialéctica del pensamiento humano. No soy dirigente político, soy periodista con un pensamiento claramente definido. Eso sí, debe apartarse la aspiración personal, para que cada quien forme parte de este colectivo que trasciende más allá de la patria: el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Por lo tanto, la descalificación no debe ser óbice para apartar del camino a un compañero, especialmente en estos tiempos de enfrentar al Imperio más poderoso del mundo y sus lacayos internos.
Concluyo con una cita del comandante eterno Hugo Chávez: «El PSUV es un partido generador de cuadros. Lo que aquí se ha comenzado a hacer es vital para la Revolución Bolivariana. No solo para el Partido, sino vital para la Revolución, para la patria bolivariana, es la formación socialista. No habría revolución posible si nosotros no nos formamos, no solo los cuadros, sino el Partido como un todo, el pueblo como un todo».
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William Gómez García Periodista del estado Anzoátegui
