Por Jorge Guerrero Veloz
La oposición venezolana, queramos o no decirlo, está gobernando y aunque ellos mismos niegan que son Gobierno. Quien está en la oposición es el propio gobierno bolivariano presidido por Nicolás Maduro. Esto pareciera una contradicción, pero en verdad no es así. Quien ha estado oponiéndose a todas las barbaridades inconstitucionales ejercidas por el gobierno de la oposición ha sido Nicolás Maduro y el gobierno revolucionario bolivariano y la unión cívica-militar. Esta es una nueva estrategia política, diseñada por el imperialismo norteamericano. Dándoles herramientas y recursos extraterritoriales a sectores políticos partidistas adeptos y serviles, a sus ideologías e intereses geoestratégicos de dominación.
En el caso venezolano, se expresa en una minoritaria oposición que está gobernado, haciéndoles graves y terribles daños al pueblo, al Estado y la nación. Es decir, quienes piden sanciones, bloqueos, medidas coercitivas unilaterales, robo del oro, robo de Citgo, monómeros, el dinero en las cuentas en el exterior, bloqueo naval y aéreo, las contrataciones para invasión con mercenarios y terroristas. Ponen drones para asesinar al Presidente y sus ministros, entre otros.
Bueno, eso es un gobierno o una “nova forma” de gobernar, bajo la figura de un presidente interino. Hasta ahora ellos llevan casi cinco años gobernando “a su mejor estilo”, para dañar al país y robarse sus fondos financieros, los recursos naturales, entre muchas otras riquezas y haberes que tenemos en nuestra patria.
Este Gobierno tiene sus aliados, hasta crearon una mini Organización de Estados Americanos (OEA), una mini Naciones Unidas, y por si fuera poco, tienen un emperador. Todos estos gobiernos que apoyan al gobierno opositor venezolano, agrupados obedientemente en esas instituciones paralelas antes mencionadas, a lo interno de sus países gozan de la más baja popularidad y aceptación en materia de políticas públicas y Derechos Humanos. Otros están con una cuestionada legitimidad política, por ejemplo Bolivia y Perú.
De modo que no podemos seguir creyendo en el mal gastado discurso y la mentira de que ellos no son gobierno. Están gobernando, porque sino ¿cómo se entienden las medidas impuestas unilateralmente contra el gobierno bolivariano por su par estadounidense? Mismas que nos impiden utilizar nuestros recursos financieros producto de la venta del petróleo para comprar medicinas, para ayudar con la pandemia del Covid 19, compra de alimentos, repuestos, entre otros, para el desarrollo del país.
Fíjense que el presidente Nicolás Maduro, en la presentación ante la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) de La Ley antibloqueo, declaró: “En seis años de persecución y bloqueo criminal contra Venezuela, las pérdidas alcanzan al 99% del volumen de ingresos en divisas. Esto significa, sin duda alguna, un desplome sin precedentes de nuestra economía y un ataque artero a la vida del pueblo.”
Todas esas medidas son a petición y solicitud exclusiva del gobierno de oposición. De tal manera que no hay excusa para no decir que no son gobierno. Gobiernan criminalmente desde el exterior sobre los activos y las propiedades del Estado venezolano. Porque cada vez piden más y más sanciones y estas se cumplen en detrimento del pueblo venezolano y sus instituciones. Bajo las órdenes y sumisión del emperador de las supremacías racistas blancas. En su “enfermiza demencia”, de querer tomar el control de los recursos naturales de la nación, sin importarles el terrible daño, sacrificio y sufrimiento que le están causando al pueblo venezolano. Quebrantando los derechos económicos, sociales, culturales y por ende los Derechos Humanos, del niño, la niña, el adulto mayor, la mujer, el hombre venezolanos, convirtiéndose en crímenes de lesa humanidad, en nombre de la “democracia” opositora.
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Jorge Guerrero Veloz Investigador militante del Movimiento Afrovenezolano y diplomático