Por Miguel Tenía
«El hambre y la pobreza son los resultados más lacerantes del orden económico impuesto por la globalización neoliberal. Transformar ese orden que fabrica pobres y hambrientos es la acción más efectiva que pudiéramos hacer», dijo el comandante Hugo Chávez en la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre de 2004.
La especie humana durante siglos ha sido atacada por la aparición de nuevas enfermedades. La peste negra en el siglo XIV; la sífilis en el siglo XVI; la cólera y la gripe española en el siglo XX.
El científico Luc Montagnier, quien dirigió el Equipo que descubrió el virus del SIDA, señala seis causas que originan las nuevas enfermedades en el siglo XXI:
1. Los movimientos de población por la progresiva globalización del planeta, lo que acelera la velocidad de traslado de gérmenes que estaban adaptados a las condiciones de vida de una población a otras que por condiciones de desigualdad social no están preparadas para hacerle frente.
2. El crecimiento de la población mundial con sus megaciudades, rodeadas de comunidades en situación de marginación, con graves problemas de higiene.
3. El uso de antibióticos en humanos, que ha creado cepas de virus resistentes pero que se ha agravado por el uso de antibióticos en la crianza de cerdos, pollos, vacas, para evitar infecciones y estimular el crecimiento. Aquí el profesor Montagnier señala en su trabajo «La renovada aparición de enfermedades» que «ciertos antibióticos que se utilizan en animales son parecidos a los que se usan para tratar a los seres humanos, de modo que podemos temer la aparición de cepas resistentes a ambos».
4. Cambios en el entorno químico por la contaminación del aire, impregnado de agentes químicos que pueden debilitar nuestro sistema inmunitario, haciéndonos más vulnerables a enfermedades infecciosas. El uso masivo de pesticidas, señala Montagnier, puede contaminar las aguas y causar debilitamiento del sistema inmunitario.
5. El aumento de la esperanza de vida logrado por la medicina moderna ha creado las condiciones para el desarrollo de enfermedades crónicas: cardiovasculares, cánceres y degenerativas. Las personas centenarias, dice el investigador, no mueren de vejez, sino de infecciones y depresiones de su sistema inmunitario, por ejemplo, como resultado de una neumonía.
6. La resistencia a los métodos de esterilización que permiten a la ciencia médica la selección automática de los microorganismos capaces de resistir estos mismos métodos. En este sentido, Montagnier señala: «pienso en el proceso de calentamiento que crea las condiciones favorables para que se desarrollen bacterias resistentes al calor». El calentamiento global puede estar influyendo en la aparición de nuevas enfermedades.
El sistema-mundo capitalista, caracterizado por tener por siglos siempre un centro hegemónico imperial: Inglaterra en el siglo XIX y Estados Unidos en el siglo XX, con su lógica destructiva y depredadora pone en peligro la vida humana.
A las causas ambientales, tecnológicas, biológicas, señaladas por Luc Montagnier, se articulan con mayor salvajismo, en esta etapa de globalización neoliberal del capitalismo transnacional, las desigualdades sociales en países pobres y ricos, donde las epidemias y pandemias golpean muy fuerte, principalmente a los pobres de la tierra. Por eso, nuestro comandante Chávez, hecho presidente por su pueblo en 1999, trabajó para reducir –y lo logró– los índices de pobreza general y pobreza extrema de 38.52% y 16.32% a 24.57% y 6.97%, respectivamente; la desnutrición infantil de 4.70% a 2.90%; el coeficiente Gini (que mide la desigualdad y la distribución del ingreso) de 0.498 a 0.394; y elevó el acceso al agua potable del 80% al 92% y al sistema de recolección de aguas servidas del 62% al 82% de la población. La inversión en salud pasó de un 1.5% del Producto Interno Bruto (PIB) al 4.2%; mientras que el Índice de Desarrollo Humano (IDH) lo elevó del nivel medio (0.77) a nivel alto (0.82). Como dijo Chávez: «no es poca cosa lo que hemos logrado», lo que con él logramos en 10 años, es decir, disminuir la brecha entre ricos y pobres, guiándonos con el legado bolivariano, cristiano y marxista-socialista de igualdad social. ¡Sigamos por el camino de Chávez!
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Miguel Tenía Docente