Ascienden a 45 los capturados por la Operación Gedeón

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Por Tony González

La mediática internacional se apoya en laboratorios y centros de operaciones contratados para manipular en favor del poder imperial a la opinión pública. Venezuela es una evidente muestra de esta realidad, en momentos en que tratan de ridiculizar y menospreciar la labor realizada por el pueblo y la milicia, junto a la Policía y los militares, para evitar la incursión de terroristas al país.

Procuran decir, a manera de burla, que el intento de invasión no contó con soldados, armas, aviones ni embarcaciones.

Para empezar, debemos apuntar que no fue un intento de invasión, sino una clara operación de acción encubierta. Tal cual como hemos oído en infinidad de películas, cuando le dicen al protagonista –que con regularidad es un excombatiente boina verde que cuenta con más cruces de condecoración que un cementerio– que ante cualquier inconveniente –o si son atrapados– no serán reconocidos como parte del Gobierno norteamericano. Estas operaciones son rápidas, de eliminación o captura, sustracción, de ingreso y salida del país, por ejemplo, como la que hicieron con Muamar el Gadafi en Libia y Osama bin Laden en Pakistán.

En el caso de Venezuela la misión fue contratada y firmada por el dueño de la empresa Silvercorp. Contratista que se molesta si alguien lo llama mercenario; aunque su trabajo consiste en entrar de forma ilegal en cualquier territorio en el mundo para atacar instituciones de Estado, secuestrar y asesinar a personas. En este caso, el contrato fue firmado por el boina verde Jordan Goudreau, fundador de Silvercorp, y por Juan Guaidó, J.J. Rendón, Manuel Returete y Sergio Vergara, para emprender la «Operación Gedeón».

Después de las declaraciones públicas del militar retirado venezolano Clíver Alcalá, hechas en Colombia hace poco más de un mes, acerca de las armas decomisadas allí y que tenían por destino su empleo en Venezuela, mucha gente pensó que se había desmantelado al grupo de mercenarios, sobre todo cuando se vio partir a Alcalá a los Estados Unidos, porque este coordinaba los entrenamientos en tierras colombianas, con el plan de derrocar Nicolás Maduro.

Sin embargo, al parecer, el dinero proveniente del narcotráfico y lo robado a las empresas estatales venezolanas en Colombia y Estados Unidos produjo rompimiento o divisiones entre los integrantes de estos grupos que, como cualquier contratista, exigen cobrar un porcentaje antes de cumplir la labor, y el otro porcentaje restante al término de cumplir lo estipulado en el contrato. Estaremos atentos a saber de dónde viene el financiamiento, ya que Goudreau hizo público el incumplimiento de contrato por parte de Guaidó y su equipo. 

«La gente de pueblo, algunos pescadores y hasta amas de casa, han dado cuenta de haber capturado con palos y piedras a varios contratistas, incluyendo a dos boinas verdes de Estados Unidos»

Fue así que el pasado domingo 3 de mayo empezó en las costas venezolanas un operativo en que los milicianos, la Policía y los militares en conjunto pusieron en práctica lo que el Gobierno ha llamado «Escudo Bolivariano». Desde esa madrugada, después de un fuerte enfrentamiento armado, cayeron abatidos ocho contratistas-mercenarios y se apresaron a otros dos.

Hasta el lunes 11 de mayo habían sido capturados un total de 45 contratistas en sectores como Chuao, Puerto Cruz, Cepe y Santa Cruz. El pasado domingo 10, en la zona montañosa de Petaquirito, se aprehendió a ocho terroristas; sector perteneciente a la parroquia Carayaca, estado La Guaira. Entre los detenidos están un sobrino de Clíver Alcalá y la que hasta ahora es la única mujer que participa del grupo terrorista. Todo el territorio venezolano continúa en vigilancia constante; pueblos, caseríos y sectores cercanos a la costa central, hasta el sur en el Orinoco, los Llanos, Occidente y el Oriente, siguen atentos para detectar dónde han podido llegar a tratar de esconderse o agruparse los grupos irregulares, contratados por Guaidó, que todavía permanecen en el país.

En Venezuela, la gente de pueblo, algunos pescadores y hasta amas de casa, han dado cuenta de haber capturado con palos y piedras a varios contratistas, incluyendo a dos boinas verdes de Estados Unidos que asombrosamente no se prepararon para hablar siquiera bien nuestro idioma; y ya vemos que poco a poco van aprendiendo palabras propias de los criollos como «mecate», «palazo» o «cabuya», y hasta han conocido el verdadero significado de «coñazo». 

El pueblo venezolano se mantiene en cuarentena voluntaria, pero por lo visto está activo para proteger su territorio de cualquier tipo de agresión. Venga quien venga, con contrato firmado o no. Parece estar en pie de lucha.

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Tony González Cineasta

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