Por Luis Vega
El inicio de la campaña tiene muchas lecturas. Fue un gran éxito del Movimiento al Socialismo (MAS-IPSP) evidenciar, una vez más, la capacidad de convocatoria del presidente Evo Morales. La apuesta política de realizar el lanzamiento de la campaña en un lugar alejado de los centros urbanos fue de una audacia tremenda (una base aérea en el centro del Trópico de Cochabamba). El simbolismo tampoco fue menor: la base aérea era el cuartel de las tropas de EE.UU., de la DEA, la CIA, foco de la represión a cocaleros y su dirigencia. Cientos de dirigentes pasaron por sus instalaciones y fueron torturados, muchos asesinados. Es también un sitio de inflexión de los distintos momentos de la historia de Bolivia, donde cobra fuerza la lucha por “tierra, territorio y soberanía” en históricas marchas. La convocatoria esperaba la asistencia de 200 mil personas.
La llegada del presidente Morales fue un hito: sobre una moto conducida por el vicepresidente, Álvaro García, avanzando en medio de la multitud que se apresuraba a saludarles.
Un nuevo fenómeno debutó en esta campaña: las redes sociales. Antes, una pequeña minoría las usaba y podía manipular la información, pero hoy, con independencia tecnológica a través del satélite Túpac Katari y la nacionalización de Entel, la mayoría de los bolivianos tiene acceso a las redes.
Pero, no solo se alcanzó el número de asistentes planificado, sino que se multiplicó por cinco, “más de un millón”, dijo emocionado Evo Morales.
Bastaba recorrer los rostros de las y los presentes, que ya no eran simplemente los grupos militantes, fabriles o los sectores medios de las ciudades capitales, para identificar la base social más profunda del Proceso de Cambio, quienes comprenden cómo ha cambiado Bolivia y no olvidan que en los gobiernos neoliberales y dictaduras militares eran los más humillados, perseguidos, marginados y discriminados, los mismos que en un momento de la historia intuyeron que solo ellos podían cambiar su destino, con organización y sacrificios.
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Luis Vega Comunicador social