Por Katia Gumucio
Dos temas se han puesto de moda en estos días: la autoproclamación, en el ámbito internacional, y el Seguro Universal de Salud en el nacional. Desde la tentación de escribir sobre ambos: me autoproclamo, en ejercicio de mi derecho al autogobierno y autodeterminación, “loca”, así que desde esa demencia temporal, escribo el artículo.
Dice la Constitución Política del Estado (CPE), que todos defendemos: “Todas las personas tienen derecho a la salud. El Estado garantiza la inclusión y el acceso a la salud de todas las personas, sin exclusión ni discriminación alguna. El sistema único de salud será universal, gratuito, equitativo, intracultural, intercultural, participativo, con calidad, calidez y control social. El sistema se basa en los principios de solidaridad, eficiencia y corresponsabilidad y se desarrolla mediante políticas públicas en todos los niveles de gobierno”.
Es contradictorio que algunos sectores de la sociedad se opongan militantemente a que se nos brinden las condiciones para ejercer un derecho; aunque en una sociedad tan compleja como la nuestra, aceptemos que “es lo que hay”.
Es tiempo de dejar de ser un “pueblo enfermo”, capaz de dejar atrás el imaginario de carencias; quizás sea el tiempo de soñar y es nuestra responsabilidad trabajar hasta lograr un sistema integral de salud, que incluyan temas que van más allá de los ítems y la infraestructura, a fin de cuentas eso es cemento y plata.
Merecemos un sistema de salud pública que nos reciba con una sonrisa; que nos quite el miedo al diagnóstico; que nos hable en facilito y en todos nuestros lenguajes; que desde la prevención nos brinde información sobre la importancia de la alimentación sana, que el deporte nos ayuda a vivir de una manera saludable y que los espacios y tiempos de ocio previenen enfermedades mentales y los abrazos curan enfermedades del alma.
“El Estado tiene la obligación indeclinable de garantizar y sostener el derecho a la salud, que se constituye en una función suprema y primera responsabilidad financiera. Se priorizará la promoción de la salud y la prevención de las enfermedades”, aclara la CPE. A fin de cuentas, el Estado somos todos.
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Katia Gumucio Periodista