Por Gabriel Laesprella
Entrevista con Alberto Couriel, dirigente de Casagrande, grupo político que integra el Frente Amplio de Uruguay.
Próximo a cumplir ochenta y tres años, Alberto Couriel nació en Montevideo, pero al año y medio sus padres se mudaron a Juan Lacaze, ciudad del departamento de Colonia. Es contador público especializado en el área de economía. Graduado en la Universidad Pública del país la Universidad de La República.
Me gustaría saber sobre sus orígenes, su familia, sus padres.
Mis padres vinieron como emigrantes desde Turquía. Couriel es un apellido básicamente español. De manera que somos los judíos expulsados de España en 1492, que seguramente luego viajaron a Ámsterdam, posteriormente a México, al Caribe a Venezuela, y otros fueron a Turquía. Mis dos padres vinieron de Smirna. Hablando español, hablando el español antiguo hablando el ladino, de manera que la posibilidad de la integración a la sociedad uruguaya fue relativamente sencilla. Mi padre tenía una tienda que con el tiempo fue mejorando. Yo nací en el año 1935, pero en 1937 mis padres se fueron a Juan Lacaze, hice en Juan Lacaze escuela, liceo (secundaria). No te olvides que Juan Lacaze es un pueblo obrero y debe ser la ciudad de mayor proporción de votantes frenteamplistas. Hice preparatorio (preuniversitario) en la ciudad de Colonia. E hice Facultad de Ciencias Económicas en Montevideo, fui dirigente del Centro de Estudiantes de Ciencias Económicas. Siempre fui un hombre de izquierda.
¿Qué votaba y en donde militaba políticamente en sus inicios?
Yo militaba en el Centro de Estudiantes pero no militaba en ningún partido político, aunque era votante del Partido Socialista por ejemplo.
En 1971 (año de fundación del Frente Amplio [FA]), fui uno de los asesores del equipo de asesores del general Seregni, primer presidente del FA y candidato a las elecciones presidenciales de 1971. Y ahí empezamos a hacer los discursos entre otros el del 26 de marzo de 1971 que vamos a festejar próximamente (el FA se fundó el 5 de febrero de 1971, pero su primer acto de masas fue el 26 de marzo de ese mismo año), me siento honrado de haber trabajado con ese equipo de asesores y de asesoramiento de Seregni; allí estaban Methol Ferré, German Bernstein, Pedro Seré, Julio Rossiello, Lichtenstein, estuvo Campal al principio, estaba el coronel Zufriategui, era una fiesta estar allí.
Desde el punto de vista de mi formación hice un curso en el Instituto Latinoamericano de Planificación Económica y Social (ILPES), tiene un vínculo directo con la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) de Santiago de Chile. También trabajé en la Comisión de Inversiones y desarrollo económico (CIDE). Allí adquirí mi mayor experiencia y formación como economista. Esa CIDE la dirigió Enrique Iglesias, pero fue muy abierta para la gente de izquierda. Había gente diferentes ideologías. También fui el segundo de la Oficina y Planeamiento y Presupuesto (OPP) cuando se creó y el primero era Juan Faroppa.
Usted en 1971 formaba parte de algún grupo político del FA.
No, no formaba parte de ningún grupo político del FA, y te diría más voté a Michelini (Zelmar, padre de Rafael que es actual senador) porque consideraba que era muy importante que fuera senador. Pero yo no era del grupo de Michelini.
¿Cómo vivió la disolución del parlamento y el golpe cívico-militar del 27 de junio de 1973, los quince días de la CNT (Convención Nacional de trabajadores, central unitaria) contra el golpe de Estado y los doce años de ese período triste de nuestra historia, el gobierno de facto?
Yo estaba de asesor de Seregni en ese momento, y estábamos elaborando una publicación para explicar la necesidad de la huelga y de su mantenimiento, y había una cosa muy importante, era que se mantuviera encendida la llama de ANCAP (refinería de petróleo) eso significaba que se mantenía la huelga. Yo a veces me acercaba cerca de ANCAP para ver si la llamita se mantenía o no se mantenía.
Para mí fue una movilización estupenda esa huelga general de quince días a propósito del golpe parlamentario. Yo fui al acto del 9 de julio de 1973 donde Seregni vuelve a la casa de Zufriategui y allí lo llevan preso. Nosotros estabamos en una lucha frontal contra el gobierno dictatorial de Juan María Bordaberry (del derechista Partido Colorado que gana las elecciones en 1971, disuelve el parlamento en 1973 y es presidente de facto hasta 1976 en que es destituido por los militares).
¿Durante los doce años de dictadura que actividades desempeña?
Con otros compañeros creamos el Centro de Investigaciones Económicas. Segundo estoy cerca de Seregni luego que sale de la cárcel. A mí me encarcelan en noviembre de 1975. Estuve una semana nada más. Pero me vinieron dos días después porque yo era de Juan Lacaze y en esa ciudad había cierto predominio del Movimiento de Liberación Nacional (MLN), Tupamaros.
Usted tuvo algún vínculo con el MLN.
Simpatía, nada más que eso.
¿Tuvo que irse del país?
En enero de 1976 volvieron a encarcelar a Seregni yo tuve que irme.
Anteriormente, en noviembre de 1975 me voy a una reunión de CLACSO en Quito, y luego me voy a Lima y me quedó a trabajar con el intelectual brasileño Darcy Ribeiro. Trabajé en el Centro de Participación Popular (CPP) en la capital peruana y regresé a Uruguay a fines de año.
En enero de 1976 volví a Lima estuve en el CPP hasta marzo de ese año. De allí Me fui a la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio Internacional (UNTAD, sigla en inglés). Luego voy a Sri Lanka a un seminario, paseo un poquito por Europa.
Luego voy a dar un curso a Honduras, de allí a México aún sin trabajar, luego voy a Lima, allí donde di un curso (aún todo esto en 1976), el curso era organizado por el Instituto Latinoamericano de Planificación Económica y Social (ILPES), eran cursos organizados por Naciones Unidas.
En Perú empiezo a trabajar en 1977 en un proyecto de la UNTAD para el Ministerio del Comercio. De ahí me voy a Chile y trabajo en Preal que es un organismo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). De ahí me fui a México y trabajé en un organismo de la OIT en el Ministerio de Trabajo de México.
Después trabajé en un trabajo de Naciones Unidas industrial, la ONUDI, de desarrollo industrial en Nafinsa.
En 1979 me voy a Nicaragua y trabajo con los sandinistas en un proyecto de UNTAD. A fines de 1981 regresé a México y trabajé en la CEPAL. Finalmente retorné a Uruguay en julio de 1984.
Cuando se produce el retorno a la democracia, y las elecciones nacionales de noviembre de 1984 usted sigue con la tesitura de ser militante frenteamplista independiente.
Yo tenía un especial de obligación de ser así además por ser integrante del equipo asesor de Seregni. Cuando vuelvo en julio de 1984 a Uruguay, reinició mi labor profesional en el Centro de Investigaciones Económicas, que era una ONG.
Pero vuelvo al equipo de asesores de Seregni, de manera que en 1984, básicamente mi trabajo político era con el equipo de asesores de Seregni.
¿Usted luego ingresa por vez primera al parlamento en 1989, como diputado, por qué sector ingresa al parlamento?
Yo políticamente tenía una persona política muy cercana, un dirigente sindical, Héctor Rodríguez, incluso yo había trabajado con él en el movimiento sindical, y me pidió que yo participara dentro del FA conjuntamente entre el Partido Socialista (PS) y la Vertiente Artiguista (VA), yo quería ir en las listas de estos dos grupos pero no pude, pero como yo iba a ir segundo por el Partido Socialista y por la Vertiente Artiguista decidimos asegurar el cargo yendo primero a la cámara de diputados por la VA.
Fui diputado de la VA entre 1990 y 1995. Desde 1995 hasta 2004 fui senador de la VA. En el 2004 Me retiro de la VA y paso a integrar otro sector frenteamplista, el Movimiento de Participación Popular (MPP, lista 609). Fui senador del MPP desde el 2004 hasta el 2015.
¿Desde cuándo integra el grupo, también del FA, Casagrande?
Y en el fondo desde antes de su creación, desde que Constanza Moreira se candidateo como presidenciable en las internas de los partidos políticos de junio de 2014. Es que yo en la 609 trabajé muy pegado a Constanza, entonces cuando Constanza decide candidatearse a las internas, yo hablé con Tabaré (Vázquez), que siempre me llevé muy bien con él y siempre fui muy próximo a él, Tabaré esta vez voy a estar con Constanza le dije, pero claro me dijo no hay ningún problema.
Yo además fui docente de la UDELAR de economía y desarrollo, de economía para América Latina, desde 1963 hasta el año 2000. Y di clases de posgrado en Uruguay, en Argentina, en Chile, en Perú, en Ecuador, en Bolivia, en México, en Honduras, en El Salvador, en Nicaragua y en España.
También publiqué varios libros.
Alberto, yendo a temas de carácter de política nacional, podría hacer un balance de los trece años de gobiernos del FA.
Primero hay un muy elevado crecimiento económico en Uruguay y en América Latina, la influencia de los precios internacionales, de los precios de los alimentos, de los commodities, por la elevada demanda de China, generó precios muy altos y términos de intercambio favorables para Uruguay. Este crecimiento fuerte ayudó a aumentar el empleo y a disminuir el desempleo. Además los gobiernos del FA caminaron hacia un principio básico de la izquierda, la igualdad, y a esa ella caminaron. Hubo políticas sociales en favor de la educación en favor de la salud, en favor de la seguridad social. La pobreza que era de 40% baja a menos de 10%, la indigencia que era de un 4% baja a menos de un 1%. Por un lado todas estas políticas sociales que ayudan a lograr la igualdad, y por otro lado la negociación colectiva, los consejos de salarios que ayudan a mejorar las relaciones capital-trabajo, permitieron por un lado que los salarios hayan aumentado en términos reales por encima de la inflación más de un 50%, y yo quisiera saber en qué país del mundo en menos de diez años aumenta el salario real más de un cincuenta por ciento, como ocurrió en Uruguay.
Los consejos de salarios son muy importantes y le dieron poder a los sindicatos. Y el movimiento sindical uruguayo es muy particular. Siempre se mira los sindicatos urbanos de América Latina, donde no tienen mucha fuerza y aparecen casos de corrupción en términos generales. Y los sindicatos uruguayos son muy fuertes y no aparecen fenómenos de corrupción, tienen un rol muy importante, son muy maduros, lo cual no significa que no cometan errores como todos nosotros. Y durante los años de gobierno del FA los sindicatos consiguieron triplicar su número de afiliados y ese es un elemento muy positivo.
En términos de igualdad, las políticas sociales, la disminución de la pobreza y el aumento del empleo y la baja del desempleo jugaron un papel positivo.
Y hay leyes en beneficio de las personas que son muy importantes, como la despenalización del aborto, el matrimonio igualitario, cantidad de leyes en materia de equidad de género, el consumo y producción de marihuana regulada pero legal. Que son acciones que le permitieron al Uruguay a tener presencia en el mundo. Probablemente el Maracaná cuando el seleccionado uruguayo sale campeón del mundo (en 1950), el estado benefactor, ¿Europa tiene estado benefactor no? Cuando a mí me dicen que hay países de Europa que tienen Estados benefactores yo les cuento que en los años veinte del pasado siglo, había europeos, sobre todos suecos que venían a Uruguay a estudiar el modelo de Estado benefactor uruguayo, del viejo Batlle (se refiere a José Batlle y Ordóñez, que fue presidente entre 1903 a 1907, y de 1911 a 1915, y realizó varias reformas sociales en beneficios de los sectores sociales, con una fuerte intervención del Estado en la economía y en la sociedad). Acciones guerrilleras como la de los Tupas (se refiere a los Tupamaros) pudieron haber tenido cierta presencia en el contexto internacional. El Pepe Mujica como presidente de la República Oriental del Uruguay tiene una imagen impresionante, un carisma brutal desde el exterior, en el escenario internacional. Yo participé en algunas instancias de esas características y pude corroborar esto.
Uruguay es el único país de la región que tiene democracia plena según cálculos que hacen algunos organismos internacionales. Se tiene también una muy buena imagen del sistema financiero internacional lo cual para un gobierno de izquierda es bueno también.
¿Y qué puntos negativos o son él debe de estos trece años de gobiernos frenteamplistas?
A ver, miremos las relaciones de poder, no hemos avanzado casi nada en verdad y justicia. No aparecieron los cuerpos de los desaparecidos salvo tres casos. Los militares no han colaborado sobre este tema. Yo no siento que los militares tengan poder en el Poder Ejecutivo. Pero hacen colaboraciones no menores cuando se les coloca un impuesto en las cajas de jubilaciones militares. Allí hay un campo para seguir avanzando, los déficit que tienen las cajas militares por los excesivos privilegios de los jubilados militares.
Nosotros cuando éramos senadores habíamos hecho una ley sobre los grandes medios de comunicación, que se habían enojado con nosotros. Aunque era muy livianita.
El actual poder ejecutivo dijo que iba a esperar para hacer una reglamentación, esta es una carencia, ya tendría que salir la reglamentación los artículos al menos que están habilitados constitucionalmente, ya que algunos la Suprema Corte los declaró inconstitucionales.
En trece años siempre tuvimos una estrategia de política económica de corto plazo. Error grave. Es indispensable generar una estrategia de desarrollo de largo plazo. El proceso de integración internacional es inevitable y a Uruguay no le alcanza con los recursos naturales. Tengo que salir de la trampa de los países de ingresos medios, que venden productos primarios o con bajo grado de elaboración, los que salieron de ese estadío fueron los que pudieron industrializarse ahí te pongo a Corea del Sur, ahí te pongo a Finlandia.
Eso en América Latina no lo hemos conseguido y eso pasa por los procesos de integración regional, de crear cadenas de valores regionales, donde además de vender productos de más valor agregado podamos vender productos de alta y media tecnología que es lo que venden los países desarrollados.
Si bien como ya señalaba no tenemos una estrategia de desarrollo la reforma tributaria fue un avance. Pero fueron etapas y graduales, a cierto nivel de ingreso del capital se pagan menos impuestos que los ingresos de los salarios, entonces allí habría que hacer modificaciones. No se avanzó en la distribución de la riqueza allí habría que hacer una carga impositiva al patrimonio pero sobre todo al patrimonio de herencias. Avanzamos mucho en materia de inversión pública y social pero aún nos quedan etapas para seguir cumpliendo.
Usted habló de los medios de comunicación en Uruguay. Y en nuestro país tres o a lo sumo cuatro familias oligopólicas manejan los medios de comunicación tanto en la televisión, las radios y la prensa escrita. Y son funcionales a la derecha. El Estado uruguayo tiene acciones de TeleSur, pero los uruguayos no podemos ver TeleSur en Uruguay, ¿por qué ocurre esto?
Pensando en términos democráticos es muy importante que haya una competencia en los medios de comunicación que hoy no hay. Hay grupos oligopólicos de comunicación que para poner un ejemplo transmitieron el acto del 23 de enero de los autoconvocados en Durazno (acto de los sectores latifundistas del campo y con el apoyo de la derecha política), con el apoyo de la corporación de los grandes medios de comunicación que es ANDEBU, los centros comerciales de Punta del Este y del interior todos estos sectores apoyaron lo ocurrido en Durazno el 23 de enero.
Para serte sincero no sé qué pasa con Telesur. Habría que verlo en el Ministerio de Industria, y contactarlo con el sistema nacional de televisión del Uruguay (el canal de televisión público).
De pronto viajé a Europa a Viena, y prendí la televisión y vi Telesur.
Son contradicciones. Pero yendo al terreno internacional. Me gustaría que analizara al fenómeno Trump, y la política exterior que llevará a cabo Estados Unidos bajo su mandato.
Yo tendría que ser mago para contestarte esta pregunta. Una cosa es el gobierno de Trump. Otra cosa es si los republicanos apoyarán a Trump. Otra cosa es saber si los tweets de Trump gobiernan. Es como una nebulosa todo.
Pero tiene elementos muy específicos. Primero rompió con la alianza transpacífico, cosa que tanto había apoyado Obama y las transnacionales también respaldaban para desarrollar el vínculo comercial con Asia, y para poder enfrentar en mejores condiciones a China. Esto es una novedad realmente, así como no participa en los congresos vinculados al cambio climático. Trump en este momento le puso un arancel al acero y al aluminio, que va a tener repercusiones en Europa, en China. El mundo capitalista desarrollado vive una etapa de mucho descontento, y muy crítico de la política y de los partidos políticos y eso fue lo que ayudó a Trump, como ayudó al Brexit en Inglaterra, en el Reino Unido, y como ayudó a las elecciones del domingo de Italia. Es una demostración no de política sino de antipolítica. Esto es muy peligroso porque en última instancia te pone en juego nada ni nada menos que la democracia. La democracia necesita de partidos políticos fuertes.
Y en esta relación confusa cuando vos mirás la relación de Trump con América Latina. Lo primero que sentís es una agresión brutal a México que le quiere poner el muro. Que afecta a los inmigrantes, que denuncia el NAFTA (el acuerdo comercial entre Canadá, Estados Unidos y México), al punto tal que Peña Nieto (presidente de México) pensaba reunirse con Trump, pero ambos tuvieron una llamada telefónica y Trump estuvo tan duro en la conversación que Peña Nieto decidió no viajar y se suspendió el encuentro que los dos mandatarios iban a tener.
La otra cosa es que un representante del gobierno de Trump, Tillerson hace un viaje a América Latina y parecería que lo único importante para América Latina es Venezuela. Con un uruguayo que está cumpliendo una penosisima actuación en la OEA que se llama Luis Almagro, perdió objetivo, perdió imparcialidad, perdió las características básicas que debe tener un secretario general de la OEA.
Y en el terreno económico vemos que en Sudamérica China es el principal comprador de Uruguay, de Chile, de Brasil, de Perú, de Paraguay. China será fundamental para el futuro económico de América del Sur.
Y no debe ser fácil para China porque China no profundiza las relaciones centro periferia. Y el centro periferia mundial de los cuarenta y de los cincuenta del siglo XX, donde el centro vendía productos industrializados y la periferia vendía productos primarios, hoy esa relación centro periferia se profundizó. América del Sur sigue vendiendo productos primarios y el mundo desarrollado sigue vendiendo productos industriales y de servicios, y de alta y media tecnología.
Y China empezó vendiendo artículos de baja tecnología industrial, como por ejemplo la vestimenta, y ahora está vendiendo artículos de alta y media tecnología. Entonces yo tengo un vínculo centro periferia con China que me es necesario modificarlo, y no va a hacer fácil hacerlo. Por el otro lado Trump, Polonia, Austria, Holanda, Lepen.
Cuando habla de Polonia, Austria, Holanda, Lepen en Francia se refiere a los grupos de ultraderecha existentes en esos lugares.
Estoy citando los países donde la ultraderecha está fuerte. Y esto repercute en América del Sur.
Hace diez años teníamos ocho países de Sudamérica progresistas. Uruguay del Frente Amplio, Brasil con Lula y Dilma, Argentina de los Kirchner, Bolivia con Evo, Chile con Bachelet, Ecuador con Correa, Paraguay con Lugo, Venezuela con Chávez y Maduro.
Tenemos dos en estos momentos quedó Evo Morales en Bolivia, quedó Uruguay con el FA, y se vive una situación muy especial en Venezuela.
¿Le pareció acertada la medida de parte del gobierno venezolano que acordó con la oposición posponer un mes las elecciones para que participaran más sectores de la oposición de derecha?
El tema central es que Venezuela vive una situación económica muy crítica, hay una emigración muy alta en Venezuela, algunos por temas políticos pero fundamentalmente por temas económicos. El precio del petróleo no ayudó es verdad, pero las condiciones de producción tampoco.
Cada país ve desde su óptica los fenómenos que ocurren en otras latitudes. Por ejemplo, yo como uruguayo no veo con buenos ojos que haya presos políticos en Venezuela por más que me digan que no lo son porque hicieron esto o aquello, pero yo que he vivido en México, en Nicaragua, te puedo decir que el grado de tergiversación de los medios de comunicación es tan elevado, que es muy pero muy difícil calibrar y saber cómo es la vida política diaria en Venezuela.
¿Pero hay un grado de injerencia norteamericana que afecta a la economía venezolana verdad?
Estados Unidos le sigue comprando petróleo a Venezuela que es el rubro fundamental. Probablemente influyó en los problemas que tiene Venezuela hoy con la deuda externa que dejó de pagar. Esto pudo haber generado que Trump decidiera que las empresas y los ciudadanos y las personas estadounidenses no podrían tener vínculos con Venezuela ya que eso afectaba supuestamente los intereses norteamericanos. Estados Unidos tiene elementos diversos para buscar la salida de Maduro de la presidencia, eso es así, no está en discusión.
Pero volviendo al tema de por qué bajamos de ocho países progresistas a dos en América Latina. Creo que hay varios motivos. Bajaron los productos internacionales y eso afectó a la exportación de nuestros productos. Creo que hay más fuerza de la derecha que viene del exterior.
Pero también ha penetrado la corrupción en la izquierda, esto es Brasil, esto es Argentina, esto es Chile, esto es probablemente Venezuela.
¿Uruguay?
A muy pequeña escala, quizás ni la haya. Y creo que hay problemas de la propia política económica. Si yo me pregunto que el ministro de hacienda de Temer en Brasil es Meireles que congeló el gasto público por un período largo de tiempo lo cual es una locura disparatada, que está con una reforma laboral insólita que quiere caer y que benefician generalmente a los sectores trabajadores porque son leyes de la izquierda. Y ese mismo Meireles es el mismo que fue presidente del Banco Central de Brasil durante los gobiernos del PT, hizo que el dólar cuando subió a la presidencia Lula costara 3,70 y lo bajaron a 1,60, eso se llama atraso cambiario y no hay industria manufacturera que se pueda mantener con una política de esta naturaleza. Este atraso cambiario lo tiene Uruguay también.
¿Y qué opina de la política económica y social que lleva Mauricio Macri en Argentina?
Tiene un equipo económico que no tiene coherencia entre ellos, algunos son muy ortodoxos, neoliberales muy ortodoxos, otro de pronto menos, pero en los hechos la reforma previsional fue una situación de ajuste muy brutal. Las pérdidas de empleo son muy altas, la pobreza sigue creciendo, y el soñó con la inversión extranjera directa que no le ha llegado. No creo que a Macri le vaya muy bien.
Y esto va a repercutir directamente en las futuras elecciones de nuestro país, porque si el Partido Nacional (de derecha) con sus candidatos Lacalle Pou o Larrañaga, o el Partido Colorado (de derecha) reivindican en la campaña anterior lo anterior que había en este país al FA, uno debería decirle al vecino o a la vecina, la derecha no querrá seguir las mismas recetas de Temer o Macri, no como pregunta sino como afirmación.
Me gustaría que me hablara de Constanza Moreira, lideresa de su sector, Casagrande. Además fue la primera precandidata presidencial mujer en el país en toda nuestra historia. Perdió las elecciones internas en junio de 2014 con el actual presidente Tabaré Vázquez. Constanza Moreira proviene del mundo académico y universitario. Tiene una sólida formación filosófica, es una científica política de gran talante además.
El haber estudiado filosofía le permite a Constanza entender y comprender la totalidad de los fenómenos. Hizo posgrados de ciencias políticas, fue directora del Instituto de Ciencias Políticas. Es una politóloga de primerísimo nivel en Uruguay y en la región. Es de las personas que tiene más conocimientos políticos del Uruguay y por supuesto de los que están en el Parlamento.
Casagrande a partir de Constanza Moreira está a la izquierda de la izquierda. Si ordenamos a los sectores del FA hay sectores más de centro, más socialdemócratas, Casagrande está a la izquierda dentro del FA. Y ahí se ubican los discursos de Constanza contra los militares, contra la desigualdad, sus discursos por los derechos, ahí la vas a encontrar.
Casagrande tiene dos elementos fundamentales. Primero es un movimiento profundamente feminista, y el feminismo pesa. Yo leía esta semana un artículo Paul Krugman, premio nobel de economía, que dice que la sociedad norteamericana está empezando a realizar movilizaciones en contra de Trump, y destaca el movimiento de mujeres. O sea que Krugman nos da la idea de que acá (por EEUU) hay una vanguardia social que la llevan adelante las mujeres. Hay una impronta femenina muy grande de Constanza y de Casagrande.
Lo otro que identifica a Casagrande es que hay muchos jóvenes. Y jóvenes con ganas de participar. Ella (por Constanza) pone mucho énfasis en criticar lo militar, y sobre todo en el poder militar, y del otro lado los derechos son fundamentales en Casagrande. Tuvo la capacidad de sacar el 18% de los votos en las internas frente a Tabaré (Vázquez), vos me podrás decir Alberto 82% a 18%, la otra elección interna del FA que hubo fue del mismo resultado 82% Tabaré Vázquez contra el 18% de Danilo Astori. Allí se nota el trabajo de Constanza a nivel de la sociedad, además Casagrande es un movimiento muy nuevo, que está en construcción, y que se espera pueda tener una influencia muy fuerte en la izquierda uruguaya.
¿Qué opinión le merecen los TLC que eventualmente puede hacer a futuro Uruguay o el MERCOSUR?
Lo primero es que este no es un tema ideológico. Y digo esto porque hay sectores del FA que dicen que son los buenos, los flexibles, los modernos que aceptan el mundo real y aceptan un TLC con Estados Unidos, con la Unión Europea(UE) o con quien sea, y por otro lado están las malos, ortodoxos, que nada aceptan, y no es así. Yo no estoy en desacuerdo con los acuerdos comerciales lo único que quiero es que los acuerdos comerciales me ayuden a conseguir el desarrollo.
Cuando leés a Stiglitz, premio nobel de economía, los acuerdos en los que estaba EEUU eran secretos, pero no para las transnacionales las transnacionales mantenían los detalles de los acuerdos al dedillo.
Por otra parte en lo que ya te mencioné de la relación centro-periferia, con estos acuerdos, se agudizan las disparidades, porque los países desarrollados nos quieren vender productos industrializados con alto y medio nivel tecnológico y nos quieren comprar productos con bajo nivel agregado y con bajo contenido tecnológico.
Esto no conduce al desarrollo. En el acuerdo MERCOSUR y la UE que se está discutiendo se habla de cuotas etanol y la carne, no se habla de la apertura. Si yo pusiera cuotas en los productos industriales me sacan a patadas. Entonces hay una distancia y una asimetría muy grande entre el mundo desarrollado y la periferia en la propia negociación. Porque ellos mantienen cuotas, dampings sanitarios, picos arancelarios. Yo necesito acuerdos comerciales que me permitan el desarrollo y esto quiere decir lo siguiente, Uruguay vende alimentos y va a aumentar la chance de vender alimentos en la medida que China crezca, la India crezca, y que aparezca África. Pero quiero meterle más valor agregado y más contenido tecnológico. Con más mano de obra y más valor agregado, y si con todos elementos vendo recursos naturales, resuelvo el problema de desarrollo yo te digo que no. Porque es fundamental la industrialización y los servicios. Y la integración es clave también y es difícil con los tipos de gobiernos actuales de Brasil y de Argentina. Necesitamos introducirnos en cadenas regionales para vender alta y media tecnología sino no nos vamos a desarrollar. Sino no voy a salir de la trampa de los países de ingreso medio que tengan mayores niveles de desarrollo. Además se incluyen en estos acuerdos patentes donde se les complique la posibilidad a los laboratorios farmacéuticos de producir medicamentos y se beneficien las transnacionales, normas de competencias que pueden afectar las empresas públicas que tiene Uruguay, compras gubernamentales para ayudar a la tecnología, al empleo, a las exportaciones, inversiones se liberaliza tanto todo es que si el Estado interviene se pueden producir juicios contra el Estado, que van a las cortes penales internacionales del Banco Mundial, que salvo en el caso del tabaco que benefició a Uruguay, en los conflictos falla en favor de las grandes empresas y de los grandes bancos privados.
Entonces yo soy muy crítico de la política de acuerdos comerciales que está llevando Uruguay actualmente.
¿Qué perspectivas le ve usted al FA para ganar las elecciones del próximo año? ¿Y si visualiza a algún o alguna candidata presidenciable?
Si uno mira las encuestas, les podrás creer o no, pero te ayudan a comprender la realidad, el FA tiene el 33 o 34% de intención de votos. Hay muchos que aún no tienen definido el voto, pero en última instancia yo debo reconocer que hay algunos sectores de la sociedad que están descontentos con el FA. El descontento será por verdad y justicia, será porque a determinados sectores medios les cobraron impuestos a la renta a las personas físicas, será por el problema que esperemos se haya superado del ex presidente Sendic, será por muchos elementos pero descontento hay.
Pero también hay un extraordinario potencial. El acto de Piriápolis (se refiere al acto del FA del 4 de febrero efectuado en dicha ciudad) fue magnífico, la gente movilizada, hay autoconvocados, acá estamos nosotros. La gente fue con ganas, los frenteamplistas estábamos felices, alegres, contentos.
El Frente Amplio después de cuarenta y siete años de vida, es el movimiento político de izquierda de mayor unidad en el mundo. Ninguna izquierda en ningún país del orbe tiene nuestro grado de unidad. Y esto nos diferencia con el resto de las izquierdas. De hecho estos diez o doce puntos porcentuales que indican que estamos debajo en las encuestas, por este potencial mencionado del FA, lo podemos revertir.
Ahora el FA como organización necesita renovarse. Y las grandes figuras del FA y los jóvenes tienen un papel central en esa renovación. Unos por experiencias, y otros porque van a tener que tener la capacidad de volver a generar alegría, expectativa, esperanza. Sobre todo para que los jóvenes que en algunos casos están desconcertados reconozcan la importancia de la política por un lado y del Frente Amplio por otro. Porque por ejemplo en Brasil millones de brasileños salieron de la pobreza por la tarea de la izquierda y del PT y no supieron visualizar eso.
¿Visualiza a algún candidato o candidata presidenciable para el fa en el 2019?
Yo creo que es muy importante la renovación, que haya candidatos más jóvenes que los actuales de los dirigentes. Faltan casi dos años, seguramente esto a fines de 2018 se va a ir manejando. En este momento la figura que se nombra es la de Daniel Martínez (Intendente-gobernador-Municipal de Montevideo, integra el Partido Socialista dentro del FA), pero yo esperaría diez meses hasta verles las patas a la sota y allí le vamos a ver las patas a las sotas (alusión a una carta de baraja, refrán) para demostrar si de verdad queremos la renovación del FA.
Alberto, muchísimas gracias. Fue un placer haberlo entrevistado.
Gracias a ti.
